Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 8 segundos
A pesar de las promesas del mandatario de que el trayecto a la nueva terminal será de solamente 45 minutos, a unos días de la inauguración el traslado lleva unas dos horas.
El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que las obras que comunicarán a la Ciudad de México con el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) estarán listas para el día de su inauguración programada para el próximo día 21.
En reiteradas ocasiones, el mandatario ha señalado que, gracias al tren que saldrá de la estación Buenavista a la nueva terminal, los pasajeros solo tendrán que efectuar un traslado de 45 minutos.
Sin embargo, a unos días de su inauguración, las comunicaciones al AIFA no solo no están terminadas, sino que enfrentan la oposición de pobladores a lo largo del trayecto pues aseguran que las obras les afectan.
Hoy, el traslado a la nueva terminal implica un trayecto de, aproximadamente, dos horas.
En la conferencia de prensa matutina de este martes, López Obrador informó que hoy sostendría una reunión de trabajo con los funcionarios involucrados en las obras, como la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo; el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval y el secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, Jorge Arganis.
“Estaremos viendo la construcción de las obras viales para llegar sin demora al Aeropuerto. Desde el tren que se va a terminar desde el Aeropuerto hasta Buenavista, la ampliación de la Autopista México-Pachuca a ocho carriles, que va a estar terminada para el próximo día 21”, señaló.
López Obrador anunció también que la noche previa a la inauguración —programada para la mañana del próximo lunes 21— dormirá en un hotel ubicado en el AIFA.
El mandatario ofrecerá en ese lugar la conferencia de prensa matutina aunque no participará con ningún discurso en el acto inaugural ya que se encuentra vigente la veda ele toral previa a la consulta por la revocación de mandato.
Por Raúl Castro-Lebrija