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El Banco Central Europeo no tiene intención de subir las tasas de interés sino hasta tiempo después de que haya dejado de comprar bonos, hacia finales del tercer trimestre de este año, dijo el jueves la presidenta del organismo, Christine Lagarde, indica información de la agencia Reuters fechada en Frankfurt.
“Cualquier ajuste a las tasas de interés clave del BCE tendrá lugar algún tiempo después del final de nuestras compras netas bajo el APP (Programa de Compra de Activos) y será gradual”, afirmó Lagarde en conferencia de prensa.
“El camino para las tasas de interés clave del BCE continúa siendo determinado por la orientación futura del Consejo de Gobierno y por su compromiso estratégico de estabilizar la inflación en un 2% a mediano plazo”, agregó.
El banco dijo el jueves que planea poner fin a las compras de activos en el tercer trimestre de 2022 acelerando su salida del estímulo extraordinario en un movimiento sorpresivo, cuando el aumento de la inflación más que contrarresta las preocupaciones por la invasión rusa a Ucrania.
Los mercados ahora están descontando alrededor de 43 puntos básicos de aumentos de los tipos de interés este año, frente al nivel de alrededor de 30 puntos básicos pronosticados antes de la reunión.
El miércoles, los mercados monetarios habían descontado un aumento de 30 puntos básicos en la tasa de depósito del BCE para diciembre, persistiendo en una minusvalía de -0.2% desde la actual de -0.5%.
Se contraen
Los inversionistas han reducido sus apuestas a alzas de tasas desde que Rusia comenzó su invasión a Ucrania el 24 de febrero.
Se espera que el conflicto en la frontera este de la zona euro desacelere el crecimiento y haga que el BCE sea más cauto a la hora de endurecer su política monetaria.
“El Consejo de Gobierno espera que las tasas clave del BCE se mantengan en su nivel actual hasta que vea que la inflación alcance el 2% mucho antes del final de su horizonte de proyección, y de forma duradera durante el resto del horizonte de proyección”, dijo Lagarde.
La presidenta del BCE había abierto efectivamente la puerta a alzas de tasas en una conferencia de prensa el pasado 2 de febrero al negarse a repetir su opinión de larga data de que tal movimiento era “muy poco probable” en este año.
El BCE llevó su tasa de depósito por debajo de cero en 2014, una de las varias medidas tomadas para reactivar lo que entonces era un lento crecimiento de precios en la zona euro de 19 países, política calificada de “agresiva” en su momento.
La tasa negativa significa que a los bancos, en la práctica, se les cobra por mantener su efectivo inactivo en el BCE.