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Es común reconocer historias que, como la del tigre pasando en Antara o el señor que tenía tres leones conviviendo con un Rottweiler en su azotea en la colonia Viaducto, puesto que son cosas que tienden a viralizar rápidamente en redes sociales.
Conforme la biodiversidad está cada vez más en riesgo, la presencia de felinos en cautiverio en América va en aumento, según el reportaje “La crisis del cautiverio” publicado por el medio La-Lista.
Según el informe “Planeta Vivo”, que publicó en 2021 el Fondo Mundial para la Naturaleza, las poblaciones biodiversas han disminuido en un promedio de 68% en los últimos 50 años. En América Latina y el Caribe es donde más poblaciones se han visto afectadas, con una disminución promedio del 94%. La principal razón para este drástico declive es el cambio en el uso de suelo: los bosques y selvas están siendo sustituidos por terrenos de ganadería, agricultura, minería o por zonas urbanas. Esto quiere decir que los hábitats donde las especies siempre habían vivido ahora son inhóspitas, lo que orilla a los animales a la extinción o a la migración, que en muchos casos resulta en su captura.
Hay pocos datos precisos que informen sobre la cantidad de grandes felinos que continúan viviendo en libertad. A finales del siglo XIX, cuando El libro de la selva de Rudyard Kipling fue publicado según la WWF, más de 100 mil tigres deambulaban libremente por el continente asiático. Hoy en día se estima que su población en libertad es de aproximadamente 3 mil 900, mientras que tan sólo en Estados Unidos se calcula que viven entre 10 y 20 mil tigres en cautiverio.
La misma organización calcula que en África 23 mil leones continúan en libertad y se han extinto en 26 países, cuando hace un par de siglos habitaban todo el continente. En cuanto a especies endémicas de América, se calcula que México tiene una población de 4 mil 800 jaguares en vida silvestre, pero de de los pumas no se tiene información sufciente.
Existe un mercado con altos niveles de demanda en todo el mundo que ha convertido a estas especies en un gran negocio. La médico veterinaria zootecnista María Teresa Moreno, quien se dedica a la comercialización y asesoría legal de fauna silvestre, dice que hoy en día existen en México más de 5 mil comercializadoras de animales exóticos autorizadas, esto sin tomar en cuenta el mercado negro.
“Es una paradoja: mientras en una reserva natural en Kenia se celebra el nacimiento de una camada de leones, cualquier persona en México con 65 mil pesos puede comprarse uno de manera legal” ironiza el mismo reportaje.
En 1992 se creó la Profepa y a través de su Dirección General de Vida Silvestre se comenzaron a realizar operativos para decomisar especies que eran comercializadas de manera ilegal. Uno de esos operativos fue en el Mercado de Sonora. Antonio Azuela, quien fue titular de la Profepa entre 1994 y 2000, recordó que el aseguramiento de especies fue un desastre. Nunca se había realizado un operativo de este tipo y no tenían la capacidad logística, por lo que la misión resultó en serpientes, sapos y tarántulas paseando por las calles aledañas al mercado. A partir de ese momento fueron profesionalizando los aseguramientos de especies, pero entonces surgió el cuestionamiento sobre qué hacer con ellos una vez que fueran recuperados.
Rafael Pacchiano, quien ocupó la titularidad de la Semarnat durante los últimos tres años del sexenio de Enrique Peña Nieto (20012-2018), declaró que la secretaría tenía aproximadamente seis centros donde resguardaban a los animales decomisados mientras la Profepa les encontraba algún sitio definitivo.
Sin embargo, los espacios no son infinitos y así surgieron convenios entre centros privados o fundaciones y la Semarnat para hacer la entrega de animales, pues los zoológicos no daban abasto. Entre 2011 y 2021, la Profepa aseguró 869 grandes felinos (entre leones, jaguares, leopardos, tigres y pumas) de los cuales 8 terminaron convirtiéndose en residentes del zoológico de Chapultepec, de los 861 restantes no se conoce su paradero.