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Michelle Pardo y Virginia Torrecilla se enfrentaron contra el cáncer y resultaron victoriosas, tanto que están de vuelta en las canchas practicando el deporte que las mantuvo a flote durante el proceso de lucha contra la enfermedad. Con 27 años ambas. una en México y la otra en España. Basquetbol y futbol. Dos mujeres que no se conocen, pero jugaron el mismo partido, seguramente el más importante en toda su vida.
Daniela Michelle Pardo Villeda
Nacida en Actopan, Hidalgo un 16 de julio de 1994. Es apasionada del básquetbol y con un talento sobresaliente que la ha llevado hasta la Selección Nacional Mexicana. El 2020, cuando la pandemia preocupaba a todo el planeta, Pardo se enfrentó a una dificultad extra: un osteosarcoma extraesquelético, es decir, cáncer compuesto por células de hueso y cartílago, detectado en agosto de ese año, aunque el malestar lo tenía ya desde la preparatoria.
“Falta información. Yo no tenía la información adecuada para decir: me tengo que checar esto. Poco a poco fue creciendo (el tumor). Yo hacía que no veía y no quería por miedo a qué iba a ser, por miedo a una operación, a no poder jugar; yo me desatendí totalmente”, dijo Michelle en el pódcast Prohibido Rendirse.
Licenciada en Diseño Industrial por profesión, pintora al óleo por diversión y basquetbolista por pasión. Luego de mes y medio de estudios y cinco opiniones médicas diferentes entre Ciudad de México y Monterrey, en agosto, finalmente, obtuvo el diagnóstico que le cambiaría la vida. Cinco meses de quimioterapia fue la resolución que le dieron luego de la detección.
Durante el proceso, Michelle perdió el cabello, pero nunca las ganas de vivir. “Gracias, basquetbol, por ser la motivación que necesitaba para seguir”, es el mensaje que escribió debajo de la primera foto sin cabello que compartió en su cuenta de Instagram (@michpardo11).
Su palmarés consta de Universiadas Mundiales, campeonatos, subcampeonatos, múltiples reconocimientos como Jugadora Más Valiosa (MVP), presencia en el Cuadro Ideal en distintas competencias, Sin embargo, el logro más importante lo ganó fuera de la duela. Y es que el 7 de julio del 2021, a través de su Instagram, informó que estaba libre de cáncer. Sus redes sociales se volcaron en felicitaciones y mensajes de apoyo y motivación, pues durante su batalla, la unión de las basquetbolistas no solo se reflejó en soporte emocional sino también económico.
Ahora, Michelle planea regresar todo el apoyo que obtuvo y usar su posición dentro del deporte para ayudar a personas que están viviendo lo mismo que ella acaba de superar. Se encuentra escribiendo El antes, durante y después del cáncer, su primer libro. Cuando este salga a la venta, el dinero recaudado se donará a alguna causa.
En el mismo pódcast, la jugadora cerró con una reflexión: “Hay que valorar todo: eso me dejó (la enfermedad). Yo veo la vida diferente , veo las cosas diferente. Muchas veces nos quejamos por cosas tan tontas que no vemos ni valoramos lo que tenemos. Hay que ser felices con lo que tenemos y vivir el día a día”.
Virginia Torrecilla
Del otro lado del mundo, el caso de Virginia Torrecilla, la española también de 27 años que paralizó al mundo del futbol. Vir, como es conocida, es actual jugadora del Atlético de Madrid y parte de la Selección de España, de hecho, su última aparición con el cuadro nacional fue la Copa del Mundo Francia 2019.
En mayo del 2020, gracias a una revisión médica derivada de un dolor de cabeza, le encontraron un tumor cerebral. Días después se sometió a una operación para extraerlo, pues, en palabras de Virginia, ya no era un tumor pequeño y quizá ya lo tenía desde hace un tiempo.
La futbolista colchonera, quien compartió club con la mexicana Charlyn Corral, recibió en siete meses 30 sesiones de radioterapia y 15 quimioterapias mismas que terminaron en marzo del 2021; sin embargo, una baja de defensas la llevaron nuevamente al hospital en donde pasó solo algunos días mientras se recuperó. Para abril ya había culminado su tratamiento contra el cáncer.
Torrecilla no dejó de hacer ejercicio ni entrenar, según como la fuerza de su cuerpo se lo permitiera. Ella quería mantenerse en la mejor condición física posible para cuando llegara el día de regresar a la cancha a patear el balón. “Para mí el deporte ha sido mi salvación. Los médicos también me decían que el deporte hacía que mi cuerpo estuviera mejor”, contó en entrevista para El País España.
Luego de muchos meses, llegó el día de su regreso al futbol. El 24 de marzo se reintegró oficialmente con la plantilla madrileña para comenzar a entrenar con el equipo, entre aplausos y abrazos de sus compañeras, arrancó el día uno de su retorno. Lo único que hacía falta era que volviera a tocar el balón en un encuentro oficial.
¡Se acabó la espera! El 23 de enero, después de casi 700 días fuera del césped, Virginia ingresó de cambio al terreno de juego al minuto 84’ ni más ni menos que a disputar la final de la Supercopa frente al equipo más fuerte de España: el Barcelona.
El marcador culminó 7-0 a favor de las culés quienes levantaron el trofeo, pero el protagonismo se lo llevó Virginia Torrecilla, la número 14 del Atleti recibió el gafete de capitana y cerró el encuentro. Al final, “ha sido un gran día para ella, para el fútbol y para el fútbol en España”, declaró Caroline Graham, jugadora del Barcelona, en la conferencia de prensa postpartido.
La última imagen del encuentro no fue una copa levantada por las campeonas, sino Vir siendo cargada por el equipo rival, festejando el partido que ella ganó a lo largo de dos años. Fue la MVP de su propio partido.
“Se sale de cualquier cosa, lo único que se necesita son ganas y fuerza. Yo fui la tía más positiva cuando me dijeron todo esto (del cáncer)”. Si antes vivía la vida, creedme que ahora la viviré el doble”: Virginia Torrecilla, después de la operación de tumor.
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