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Pese a que Pemex no ha logrado cumplir con sus objetivos de producción de crudo, sí ha avanzado en cuanto a su meta de aumentar la producción de gasolina; durante el año pasado, logró elevar esta cifra a niveles a los que no había llegado desde 2017.
Según información publicada en el medio Reportacero, la estatal Pemex aumento en enero el uso de sus refinerías al nivel más alto desde hace cuatro años. De acuerdo con información interna de la compañía, los seis complejos de refinación de la petrolera procesaron un promedio de 850,000 barriles diarios de crudo durante el mes pasado.
El procesamiento de crudo en las refinerías de la petrolera durante enero ha presentado un incremento de más de 100,000 barriles diarios; lo que representa un incremento de 14% más a los 744,000 barriles diarios que se procesaron en diciembre del 2021.
Este desarrollo se ha generado como respuesta al mayor uso que se le ha otorgado a las refinerías con el propósito de aumentar la producción de gasolinas en el país, lo que forma parte del plan presidencial que propone conseguir la autosuficiencia energética.
La petrolera ha aumentado sus niveles de producción, sin reducir de manera considerable las exportaciones y poniendo especial atención a aumentar la producción de combustóleo. El presidente Andrés Manuel López Obrador había asegurado que las exportaciones se reducirán de manera paulatina con el propósito de dar prioridad a la demanda nacional y así al consumo de las propias refinerías. Este es uno de los principales puntos de el plan de la estatal, que señala que se dejará de exportar petróleo en 2023.
Paralelamente, se ha incrementado especialmente el uso de la refinería de Tula y se ha promovido un mayor proceso en el complejo de Salina Cruz, de acuerdo con fuentes de la compañía.
Tula, que es la segunda refinería de mayor capacidad de Pemex, había estado un par de meses con algunos problemas operativos. En octubre, el complejo paró por dos semanas debido a que una protesta de maestros bloqueó las vías de transporte que se utilizan para trasladar los combustibles, había informado la agencia Reuters.
En ese mes, el procesamiento en Tula cayó hasta los 63,000 barriles diarios. Pero pese al incremento de enero, el uso de los complejos quedó por debajo de las propias perspectivas de Pemex marcadas en la estrategia operativa de este año, que planteaba un procesamiento por encima de 900,000 barriles diarios durante el primer mes del año.
Ese plan no incluye la producción de Deer Park o de Dos Bocas que, de acuerdo con los anuncios presidenciales, será inaugurada en julio próximo. La administración de Pemex y Rocío Nahle, la secretaría de Energía, habían prometido que las seis refinerías de Pemex procesarían entre 900,000 y un millón de barriles diarios desde 2019, pero la compañía ha fallado en ese cometido, aunque en los últimos meses el nivel de proceso se ha mantenido por encima de los 650,000 barriles diarios.
Como resultado del mayor uso de las refinerías, la producción de gasolina también se elevó a su nivel más alto. En enero los seis complejos produjeron un promedio de 290,000 barriles diarios del combustible. Esta última cifra implica un aumento de 25% respecto a las cifras de diciembre que ya reportaban un importante incremento en la producción de gasolinas.
De acuerdo con su plan interno, Pemex se propone a promediar durante este año una producción del combustible por alrededor de 310,000 barriles diarios. Como parte del aumento en la refinación, la estatal habría disminuido sus envíos al extranjero a 849,000 barriles diarios durante enero, de acuerdo con información publicada por Bloomberg la semana pasada. La cifra implica el nivel de exportación más bajo desde enero de 1990.
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