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La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) exhibía una nueva ola de temor en la víspera de la reunión de política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) de mañana martes, donde se esperan lineamientos más claros sobre el inicio de un ciclo alcista para las tasas de interés en la primera economía del mundo, lo que marcará la pauta en las decisiones de los bancos centrales.
La BMV marcaba hacia el mediodía del lunes un derrumbe de -1,602.94 unidades, un -3.11% respecto la sesión del viernes, que marcó una jornada igual de negativa y un saldo semanal de minusvalías. Operadores dijeron que, nuevamente, los bonos del Tesoro de EU a plazo de 10 años son considerados “activo refugio” ante el nerviosismo de inversionistas internacionales que están vendiendo acciones de mercados emergentes, México incluido.
Las tensiones geopolítica -posible intervención de Rusia en Ucrania- aumentan la especulación, sostuvieron.
El rendimiento del “treasury” estadounidense a 10 años caía a un nivel de 7.23%, tras reportar un alza de 3.5 puntos base el lunes, en medio de una creciente demanda, mientras que el índice dólar se fortalecía. En contraste, el mercado de cambios registraba una depreciación del peso mexicano de –0.88% en su modalidad interbancaria, en niveles de 20.6304 unidades por billete verde.
En México también siguen las preocupaciones en torno al desempeño de la inflación, que en la primera quincena de 2022 creció en +0.39%, a 7.13% a tasa anual en contraste con el 3.33% de igual periodo de 2021.
Expertos apuntaron que el desgaste de expectativas en el índice subyacente, aquel que explica más del 61% del indicador general de precios, hace anticipar un alza más acelerada en la tasa referencial, de 50 puntos base, durante la próxima reunión de política monetaria del Banco de México (Banxico) a realizarse el 10 de febrero.
Un reporte del global Citibanamex indica que el índice referencial S&P/BMV IPC definirá su trayectoria con base en los resultados del último trimestre de 2021.
Las empresas de los sectores industrial y financiero tendrían una temporada positiva en términos de EBITDA (flujos de operación) y en utilidades netas; en contraste, los sectores de bienes raíces, materiales y servicios de comunicación mostrarían los resultados más adversos, agrega.