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De acuerdo con un informe de la Contraloría General de los Estados Unidos (GAO) existe evidencia de que el crimen organizado utiliza monedas virtuales para transferir recursos ilícitos a otros países.
Las mafias mexicanas del crimen organizado emplean el creciente número de criptomonedas para blanquear recursos provenientes del tráfico de drogas y de personas, revela un informe del gobierno de los Estados Unidos.
De acuerdo con el informe Tráfico y lavado de dinero, estrategias usadas por los grupos criminales y terroristas, y los esfuerzos federales para combatirlos —elaborado por la Contraloría General de los Estados Unidos (GAO, por sus siglas en inglés)— las mafias han perfeccionado sus métodos para lavar ganancias ilícitas.
Hoy es práctica común, por ejemplo, que simulen operaciones comerciales internacionales o revendan desde bienes raíces hasta obras de arte y antigüedades.
Sin embargo, en los últimos años dos de las modalidades que han tomado mayor fuerza para el lavado de dinero es la compra-venta de oro —por su elevado valor y la dificultad para rastrear su origen— y el empleo de monedas virtuales ya que son totalmente anónimas.
Las mafias invierten en estos activos y más tarde los revenden con lo que el dinero proveniente de actividades ilícitas ingresa a los circuitos legales.
El informe de la GAO explica que “las monedas virtuales (las cuales incluyen las criptomonedas) pueden ser empleadas como pago por bienes ilícitos y para lavar los recursos obtenidos por actividades de tráfico”.
“En 2020, la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) reportó que las monedas virtuales se están usando cada vez más para transferir recursos a través de las fronteras, en beneficio de las organizaciones criminales internacionales”, añade.
“Específicamente —reitera la agencia del gobierno estadounidense— existe evidencia de que las organizaciones criminales mexicanas y colombianas usan monedas virtuales para transferir recursos internacionalmente”.
Esto, porque algunas monedas virtuales están diseñadas para transaccionarse de manera anónima. Además, estos activos se pueden operar mediante terceros, lo que las hace todavía más discretas.
El reporte de la GAO alerta que otro de los mecanismos del crimen organizado para lavar ganancias ilícitas es la compra de oro.
Esto obedece a que su valor es relativamente estable, puede ser intercambiado fácilmente por dinero en efectivo y es difícil rastrear su origen.
“A pesar de que algunos traders han mejorado sus procesos para rastrear el origen del oro que compran, los procesos en la industria son insuficientes para determinar si el producto proviene de un proveedor legal, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)”, concluye el reporte.
Por Raúl Castro-Lebrija