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El presidente Andrés Manuel López Obrador podría regresar a sus actividades la próxima semana, consideró el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela.
El funcionario aclaró que él no es el médico tratante de López Obrador. Sin embargo, advirtió que los casos de contagio de la variante Ómicron demuestran que basta solamente con una semana de aislamiento.
El que el mandatario retome sus actividades, señaló Alcocer Varela, dependerá de qué tan rápido se recupere el tejido de su garganta ya que, hasta el momento, el único síntoma que presenta es una evidente ronquera.
En la conferencia de prensa matutina, se presentó un video del presidente López Obrador en el que —con una fuerte ronquera, mayor a la observada ayer lunes— se tomó la temperatura, registrando un nivel de 36.1 grados, y se midió el nivel de oxigenación, arrojando 96 puntos.
El mandatario añadió que la variante Ómicron no tiene el grado de peligro que la Delta. Dijo que solo tiene dolor de garganta pero está tomando paracetamol y descartó requerir hospitalización.
También en la conferencia, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, explicó que todo el gabinete de seguridad —que tuvo contacto con López Obrador la mañana del lunes— está en constante monitoreo pero no dijo si se han aplicado pruebas para identificar un posible contagio.
Finalmente, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, aclaró que la nueva variante ataca las vías respiratorias altas —laringe, faringe, traquea— de los pacientes. “Pero afortunadamente tiene menor probabilidad de daño en los pulmones”.
“El cuadro clínico de Ómicron, la expresión de la enfermedad, es más parecida al catarro común”, insistió.
López-Gatell pidió a la población quedarse en casa y no salir a los kioskos para efectuarse una prueba de Covid-19, ya que estarían quitando la oportunidad a alguien que sí la necesita.
En caso de tener algún síntoma, el funcionario recomendó aislarse, pensar que se tiene una enfermedad respiratoria, y monitorearse la temperatura y el nivel de oxigenación.
Por Raúl Castro-Lebrija