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Nuestro país tiene sed y hambre de investigaciones originales y sistémicas (útiles).
Por Luis Hernández Martínez*
En nuestro país existen varias iniciativas –públicas y privadas– que se dedican a fomentar e impulsar el tema de la diversidad y de la equidad de género al interior de las empresas que operan en nuestro territorio nacional. Sin embargo, aún falta mucho por hacer. Sobre todo, en la generación de investigación aplicada (práctica, empática y vinculante con las necesidades de nuestro actual universo empresarial).
Me refiero a esfuerzos igual de –o más– valiosos que los trabajos que contribuyen a la ciencia que tanto exigen (y por cierto no ofrecen) los anquilosados investigadores “ni-ni” (ni renuncian, ni se jubilan) que tenemos en la mayoría de nuestras universidades públicas y privadas.
Y me atrevo a decir que quizás más valiosos porque nuestro país tiene sed y hambre de investigaciones originales y sistémicas (útiles) que le muestren el camino de la competitividad y la sustentabilidad a nuestra Alta Dirección nacional, y muy en particular a aquella que dirige el destino de las MiPymes mexicanas.
Por eso requerimos de investigaciones con paradigmas y enfoques nuevos, transdisciplinarios incluso. ¿Por qué? Porque la realidad actual de México ya quedó muy lejos de la mayoría de las líneas de investigación que defienden a capa y espada –incluso con berrinches dignos de diva– nuestros académicos “ni-ni” (el uso de los recursos públicos para “sus investigaciones” lo trataré en otro momento).
Y como nuestros anquilosados investigadores no entienden ni el nombre del juego actual, ni sus reglas (otro motivo para calificarlos como “ni-ni”), no dudan en desacreditar, entorpecer y boicotear esfuerzos de investigación que ofrecen otras aproximaciones y soluciones para los problemas de la Alta Dirección.
En otras palabras, mientras los investigadores “ni-ni” siguen en el error, los empresarios e inversionistas cada vez están más de acuerdo en que la diversidad organizacional mejora la calidad de los debates al interior de la empresa y dota de mejor información para la toma de decisiones. Incluso impulsa el desempeño financiero y corporativo de la compañía. Ya es hora de avanzar.
*El autor es abogado, administrador, periodista y educador. Es perfeccionador y experto en compliance en Alta Dirección de Empresas y docente a nivel posgrado en materias de innovación, negocios y derecho.
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