Asegura UNAM que 31% de los alimentos producidos en el mundo se pierden o se desperdician

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A nivel global cerca de 14% de los alimentos producidos se pierden entre la cosecha y la venta minorista. Aunado a esto, aproximadamente, 17% de la producción total se desperdicia en los hogares, en los restaurantes y en el comercio al por menor, de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Además, a través de un comunicado, la UNAM informó que los alimentos que se pierden y no se utilizan representan 38% del uso total de energía en el sistema mundial.

“Esto es absurdo porque para producir alimentos se utiliza agua, tierra, energía, mano de obra y generación de gases de efecto invernadero”, señaló la titular del Programa Universitario de Alimentación Sostenible (PUAS) de la UNAM, María Elena Trujillo Ortega.

El asunto, aseguró, es grave cuando se habla de la parte que se desaprovecha en cosecha y producción; es 14% de lo que se intenta generar y que representa miles de toneladas deshechas por roedores o huracanes.

En este sentido, el desperdicio es de 17% y en ello, precisó, cada persona participa  tirando comida en casa y en restaurantes, al dejarla en el plato cuando es abundante o en el refrigerador.

Asimismo, la universitaria explicó que una cosa es lo que se pierde y otra lo que se desperdicia. Las dos situaciones, aseguró, son igualmente graves y suman 31% de lo que se produce.

Debemos contar con consumidores responsables, conscientes y equilibrados, considera la titular del PUAS.

Por otro lado, al hablar sobre la alimentación sostenible, Trujillo Ortega aseguró que el PUAS de la UNAM propone reunir investigaciones de diferentes ámbitos y estar en equilibrio con la sustentabilidad alimentaria.

Por su parte, la ONU sostuvo que los sistemas alimentarios no pueden ser resilientes si no son sostenibles. De ahí la necesidad de centrarse en la adopción de medidas enfocadas en la reducción de la pérdida y el desperdicio.

Añadió que es indispensable adoptar medidas a escala mundial y local para aprovechar al máximo los insumos que se producen.

Para introducir este cambio transformador, el organismo internacional señaló que es fundamental incorporar tecnologías, soluciones innovadoras, nuevas formas de trabajar y buenas prácticas con miras a gestionar la calidad de los nutrientes.

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