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El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) urgió a resolver la controversia surgida con el gobierno de Estados Unidos por el grade de integración de la industria automotriz establecido en el Tratado entre Mexico, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Esto, con el fin de continuar el proceso de recuperación de la economía mexicana y atraer mayores inversiones que se traduzcan en más empleos y en un mayor bienestar para todos los mexicanos.
En un mensaje difundido en redes sociales, el presidente del CCE, Carlos Salazar Lomelín, explicó que en el anterior Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se estableció que el contenido regional de la industria automotriz —lo construido en cualquiera de los tres países— fuera del 62.5 por ciento.
Sin embargo, en el nuevo T-MEC se ha establecido que, para el año 2023 el grado de integración se incremente a 75%, lo que ha generado una controversia con el gobierno de Estados Unidos.
Por un lado —detalló— Mexico, Canadá y el sector privado de Estados Unidos apoyan la postura mexicana; es decir, que cuando una pieza ya cumpla con el grado de integración del 62.5% se considere que la cumple al 100 por ciento.
Sin embargo, la postura del gobierno de Estados Unidos es que la misma pieza —continuando con el ejemplo— se considere en un grado de integración de 62.5% y no al 100 por ciento.
Al amparo del T-MEC se ha iniciado un mecanismo de consultas y, de persistir el diferendo, se acudiría a un panel de expertos cuya resolución sería vinculatoria.
Y añadió que “la industria automotriz es el motor del crecimiento de nuestra economía. La industria automotriz representa la parte más importante de las exportaciones mexicanas”,
“Lejos quedaron aquellos días en el que el petróleo era la parte más fundamental de lo que nosotros vendíamos en el exterior, aseguró el presidente del CCE.
Por Raúl Castro-Lebrija
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