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La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) concluyó que el surgimiento de un socavón en la comunidad de Juan C. Bonilla, municipio de Zacatepec, fue resultado de cambios geológicos y no de la sobre explotación del acuífero del Valle de Puebla, por lo que recomendó que los estudios del gobierno de Puebla se concentraran en las causas geológicas que provocaron el fenómeno.
Sin embargo, el gobierno del estado a cargo de Miguel Barbosa presentó, tan sólo unos días después, las hipótesis de trabajo de un proyecto de investigación que contradecía abiertamente a la autoridad regulatoria del gobierno federal en materia de recursos hídricos.
“El aspecto geológico aparenta ser la única causa probable del accidente geológico que originó la formación del socavón, para lo cual deberán realizarse por las autoridades competentes, los estudios de mayor detalle y profundidad que permitan precisar sus posibles causas y efectos a futuro”, estableció la CONAGUA en su opinión técnica hecha pública el 4 de julio.
En este documento, del cual La Crónica tiene una copia, la CONAGUA aseguró que “los niveles estáticos del acuífero se mantienen estables, similares e inclusive en algunos casos por arriba a los reportados en estudios anteriores; por lo que no existe evidencia de abatimiento de los mismos, es decir, no existen elementos para establecer una relación causal del fenómeno de hundimiento a partir del proceso de variación de niveles del acuífero”.
Cuatro días después de que la CONAGUA presentó a través del Organismo de Cuencas de Balsas su opinión técnica sobre las condiciones geohidrológicas en la zona del hundimiento presentado en el estado de Puebla el día 29 de mayo de 2021, el gobierno estatal, a través de la Secretaría del Medio Ambiente local dio a conocer las hipótesis de trabajo de un “proyecto de investigación geocientífica”, elaborado por el doctor Pedro Francisco Rodríguez Espinosa, investigador del IPN y colaborador del Centro Interdisciplinario de Investigaciones y Estudios sobre Medio Ambiente y Desarrollo que forma parte de este instituto educativo.
El proyecto de trabajo aseguró, de manera inicial, que “investigaciones geohidrológicas del sitio de estudio y trabajo de campo refieren condiciones de una larga, y últimamente intensa explotación circular del agua subterránea alrededor del socavón pudiendo ser la causa principal del sitio y tiempo de su aparición”, estableció el proyecto de investigación en el que se reconoció que sus “hipótesis” necesitaban mayores análisis.
A pesar de ello, el gobierno de Barbosa convocó a conferencia de prensa en la que la titular de la Secretaría del Medio Ambiente, Manrique Guevara, dio a conocer que los investigadores adscritos al IPN determinaron que la aparición del socavón se formó como resultado de la extracción intensiva de agua que coincidió con la aguda temporada de sequía que afectó al estado. Sin embargo, también reconocieron que las lluvias fueron hasta 85% mayores que el promedio de otros años.
Rodríguez Espinosa, autor y líder de este proyecto de investigación, ha sido proveedor de servicios de consultoría para el gobierno del estado de Puebla y, en específico, para la Subsecretaría del Medio Ambiente y Ordenamiento de Territorial en los periodos 2014,2016, 2017 y 2018. También ha trabajado para el organismo Agua de Puebla y el Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Puebla en 2015 y 2016.
Pero este 9 de julio, el IPN, aseguró que no tenía ningún vínculo oficial con los estudios realizados para investigar las causas del socavón en Puebla. A través de un comunicado en su sitio de Internet y de sus redes sociales, el IPN se desmarcó de la “existencia de un estudio adjudicado al IPN, el cual no fue elaborado oficialmente por la institución”.
Desconoció, además, cualquier colaboración formal con las autoridades encargadas del tema. El investigador Pedro Rodríguez, a título personal, presentó un protocolo de investigación para realizarlo por encargo del gobierno de Puebla, pero no cumplió con los requisitos marcados por el IPN, por lo cual el instituto no aceptó vincularse con este proyecto, según confirmó este diario.
Hasta el 10 de junio, Rodríguez Espinosa, había declarado en diferentes foros que sus hipótesis de trabajo, como parte de la comisión investigadora de las causas del socavón que se formó a instancias del gobierno de Miguel Barbosa, apuntaban a que el fenómeno fue originado por causas naturales del subsuelo, a las actividades humanas que se realizan en la zona y a la combinación de ambos procesos.
La CONAGUA informó en su opinión técnica que desde el 1 de junio sostuvo reuniones con los titulares de la Secretaría de Gobernación del estado de Puebla, así como los titulares de Protección Civil, Medio Ambiente e Infraestructura y la Dirección Local de la Conagua en Puebla.
En dicha reunión, indicó la CONAGUA, se plantearon diversas hipótesis de las posibles causas de la formación del socavón, entre las cuales se mencionaron a priori: la sobre explotación del acuífero en la zona, conformación arenosa del suelo, actividad sísmica constante del Volcán Popocatépetl, posible presencia de cavernas en la zona, licuefacción del suelo, entre otras.
Sin embargo, aclaró la CONAGUA, “ninguna de estas hipótesis tiene sustento técnico, por lo que se informó que el Gobierno de Puebla, realizaría los estudios pertinentes para determinar las causas de este fenómeno; para lo cual solicitaría a las diversas dependencias la información técnica que pudieran aportar”.
En este sentido, agregó esa comisión, a solicitud de la Dirección Local de la Conagua en Puebla, el Organismo de Cuenca Balsas de la Conagua, emitió una opinión técnica sobre las condiciones geohidrológicas entorno al hundimiento presentado en el estado de Puebla el día 29 de mayo de 2021, misma que está basada en información de estudios técnicos disponibles y verificaciones de campo.
Así, concluyó que el acuífero del Valle de Puebla cuenta aún con disponibilidad, con lo cual se concluye que no se encuentra en condición de sobre explotación y mucho menos que esta pueda ser la causa del accidente geológico del socavón.
Consideró, por lo tanto, que los estudios iniciados por las diferentes dependencias en el ámbito de su competencia, deberá enfocarse principalmente en el análisis geológico y tectónico más profundo de la zona.
Claudia Villegas