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El presidente Andrés Manuel López Obrador minimizó la reciente degradación de la aviación mexicana a categoría 2 en materia de seguridad por parte de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con las aerolíneas mexicanas, la medida limitaría sus operaciones en los Estados Unidos, impediría la apertura de nuevas rutas y la conformación de vuelos de código compartido entre compañías de ambos países.
La propia Cámara Nacional de Autotransporte (Canaero) consideró que la decisión afectaría la recuperación de la flota mexicana luego de un año 2020 desastroso por la pandemia de Civd-19.
Sin embargo, de acuerdo con el mandatario mexicano la medida “no es tan grave”.
Los Estados Unidos “tienen unas normas, las imponen en todo el mundo como suele pasar en otras cosas”.
“A veces —añadió López Obrador— hay países que se sienten los gobiernos del mundo, se olvidan que el mundo tiene al rededor de 200 países que son libres, independientes, soberanos. Se erigen en jurados, califican todo”.
El presidente señaló que “no es un asunto grave porque las líneas aéreas nacionales están muy ocupadas, tienen en el mercado interno bastante demanda. Afortunadamente se están recuperando los vuelos, los viajes en avión y ahora con la quiebra de Internet hay más demanda”.
El único daño, consideró, sería “si en el futuro quisieran abrir más vuelos las líneas nacionales a Estados Unidos o a otras partes, pues entonces sí podría afectarles”.
“Pero yo espero que cuando eso se necesite ya van a tener los de la agencia de Estados Unidos, más elementos para que regresen la calificación que se tenía antes de que tomaran esta determinación”, concluyó.
Por Raúl Castro-Lebrija