Se repliega en marzo cartera de préstamos de banca; empresarial, el más impactado

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Durante marzo de 2021, la cartera de préstamos de la banca se contrajo a tasa anual y mensual, alcanzando un retroceso de -7.2% contra marzo de 2020, cuando el saldo total pasó de 5.8 a 5.3 billones de pesos, de acuerdo con datos del Banco de México y de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

El segmento más afectado resultó el empresarial, con un desplome de -13.5% contra marzo del año pasado, con un saldo que pasó de 2.97 a 2.57 billones de pesos en el ejercicio citado.

La cartera de crédito empresarial y para personas físicas con actividad empresarial representa más de la mitad de toda la cartera vigente total de la banca.

En contraste, el segmento de crédito hipotecario avanzó 9%, al sumar un saldo de 1 billón de pesos en préstamos en marzo. Junto con el renglón de entidades gubernamentales, con un progreso similar y un saldo de 616,000 millones de pesos (mdp), se convirtieron en las dos únicas actividades ganadoras de la dinámica crediticia en el cuarto mes del año.

Dentro del segmento de consumo, las caídas más severas a tasa anual correspondieron a los renglones de créditos personales, con un declive de 19.9% a tasa anual; tarjetas de crédito y “otros”, los cuales exhibieron retrocesos de 10.7% y 10.4%, respectivamente.

En el segmento de intermediarios financieros no bancarios privados el mayor desplome correspondió al renglón de entidades financieras, con un hundimiento de -28.9%, lo que arrojó un saldo de 164,914 mdp; por el contrario, el renglón de entidades gubernamentales fue el más favorecido, al mostrar un progreso de 9% y un saldo que pasó de 565,000 mdp a 616,000 mdp de marzo de 2020 a marzo pasado.

Expertos han señalado que la trayectoria de la cartera del segmento empresarial seguirá respondiendo a la debilidad de sus actividades y ante un ambiente de incertidumbre acrecentado por la Pandemia, mientras que los bancos exhiben también una mayor cautela.

Además, las grandes empresas han optado por constituir reservas vía depósitos a más largo plazo en respuesta a la incertidumbre derivada de la peor crisis económica y sanitaria en décadas.