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Las metas son el principal ingrediente para alcanzar el éxito, ya que sin ellas simplemente no tenemos dirección y enfoque para lo que queremos lograr.
Ahora bien, el tema es saber si realmente sabemos o no fijarlas. En la mayoría de los casos, lo que tenemos son buenos deseos y debemos saber diferenciarlos de las metas verdaderas. Por ejemplo, comentan que quieren tener más ingresos o mayores ventas o incrementar sus utilidades, sin embargo, el querer es sólo una intención y un buen deseo.
Las metas nos permiten salir de nuestra zona de confort, crear momentum, las metas enfocan, y el camino se despeja cuando estamos claros en el rumbo a seguir. Así que repasemos y veamos verdaderamente cómo fijarnos metas que funcionen.
Número uno, escribe tus metas, te pediré que lo hagas pensando en el largo plazo, es decir, comienza con escribir tus metas tal vez a 5 años, ¿qué es lo que quieres lograr?, ¿cómo te ves alcanzando esas metas?
Una vez que las tengas, escribe las mismas a 3 años, es decir, ¿qué tiene que ocurrir en 3 años para saber que estás en el camino correcto de lograr lo que quieres a 5? Repite el proceso y vamos a escribir lo que deseas a 1 año y, una vez que lo tengas, define nuevamente tus metas para los próximos 90 días (3 meses), ¿qué debe ocurrir en los próximos 3 meses para saber que estás en el camino correcto?
Bien, a estas alturas has dado un gran paso, has puesto por escrito lo que deseas y con suerte tus metas, esto representa menos de 3 por ciento de la población mundial, así que puedes sentirte muy orgulloso de lo que has hecho, pero convirtamos eso que has escrito en metas verdaderas.
Antes que nada, por favor asegúrate de que no sean tareas por hacer. Ahora, todos sabemos que las metas deben ser específicas, medibles y alcanzables, así que veamos cómo cumplirlas.
Tener una meta específica significa que sea clara y precisa, para ello, la meta debe ser positiva, que te llene de energía y que conteste a la pregunta: ¿qué beneficios me traerá? y ¿qué significa realmente lo que escribí? Cuando contestes estas preguntas, asegúrate de escribir tu respuesta y complementa tu meta, de modo que cualquier persona lo pueda comprender.
Ser alcanzable, quiere decir que de verdad crees que lo puedes hacer. Recuerda que las metas son reales siempre y cuando te asegures de que dependen de ti y de verdad creas que te es posible conseguir el resultado. Así que responde: ¿esa meta es desafiante y realista?
Para que la meta sea medible, debemos hacer varias cosas, primero fijar una fecha de cumplimiento y después establecer la forma en cómo medirás tu progreso hacia el logro de la meta, para que puedas monitorearlo tú mismo, así que responde: ¿cómo voy a monitorear mi progreso y cada cuándo?
Por último, te daré algunos puntos de suma importancia y, esto es, revisa por favor los recursos con los que cuentas, es decir, ¿conoces a las personas y tienes los recursos necesarios para lograr tus metas?, ¿a quién debes involucrar o qué debes hacer para tener la ayuda que requieres? Sé muy específico en escribir con todo lo que cuentas y establecer claramente de dónde estás partiendo para asegurarte que en verdad puedes cumplir con tu meta en tiempo y forma.
Es importante que consideres el costo de alcanzar las metas también, en muchas ocasiones estamos muy entusiasmados con nuestros objetivos, sin embargo no estamos dispuestos a pagar el costo de alcanzarlas, nos da miedo o preferimos llegar a nuestra zona de confort en la que nos encontramos, así que, qué mejor hacer conciencia de esto y tenerlo por escrito, ¿cuál es el costo de alcanzar esta meta?, ¿qué sacrificios tendré que hacer para lograrlo? En verdad, entre más específico seas será mucho más sencillo.
Tu plan de acción es otro aspecto a revisar cuando estableces tu meta, es importantísimo que escribas qué vas a hacer, qué y para cuándo, esto significa romper tus metas en pequeños pedazos para hacerlas manejables y fácil de llevarlas a cabo.
¿Qué hay de los premios? Te sugiero que coloques premios al cumplimiento de los pequeños logros o pasos trascendentales que estés dando en el cumplimiento de las metas.
Revisemos ahora la flexibilidad hacia tu meta. Verás, el tener un plan muy específico es un arma de dos filos, por un lado nos da la sensación de control y que por el hecho de haberlo escrito las cosas pasarán por sí mismas, sin embargo en el camino siempre encontraremos obstáculos y circunstancias que cambian todo el tiempo, recuerda: lo único constante que existe en el universo, es el cambio, así que debemos estar listos para enfrentarlo y adaptarnos rápidamente. ¿Qué tan flexible y adaptable es tu plan de acción?, ¿qué tan flexible eres tú? Y ¿cuáles son otras posibles alternativas para lograr lo que te propones?
Por último, y no menos importante, ¿por qué tu meta es una necesidad?, ¿cuánto te ha costado el postergar el logro de la misma? Es fundamental que escribas claramente el motivo por el cual no puedes permanecer igual a como has sido hasta ahora, debemos tocar las fibras más profundas de nuestro ser para de verdad comenzar a movernos. Una vez que has pasado por estas pruebas, entonces estás listo para dar los siguientes pasos. Mucha suerte.
*Director general de Business Coaching Firm