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La agresiva exploración de este tipo de recursos ha provocado un incremento en la producción de crudo en Estados Unidos, llegando a 7.3 millones de barriles diarios, con una producción en los estados continentales incrementando a una tasa anual de 920 mil barriles diarios, 22%, indica un estudio de BofA Merrill Lynch Global Research.
El desarrollo del petróleo de esquisto es clave para Norteamérica, ya que también está comenzando a florecer en el oeste de Canadá, pero el resto del mundo no está fuera de la explotación de este recurso, agrega.
De acuerdo con la estimación del análisis, México quedaría ajeno a esta revolución que fuera de Estados Unidos y Canadá, para 2018 sólo se extraerán alrededor de 280 mil barriles diarios, de los cuales se beneficiarán Rusia y Argentina.
Gran parte del crecimiento en EU ha ocurrido en yacimientos de esquisto, como el Bakken, Eagle Ford y Permian, donde la producción incrementó de 0.2 a 1.6 millones de barriles diarios en sólo cinco años, señala Francisco Blanch, Director Global de Commodities, del banco.
Gran potencial en Argentina y Rusia
Parece que los yacimientos de petróleo de esquisto están menos esparcidos que los de gas shale. Fuera de América del Norte, la cuenca Bazhenov de Rusia es la reserva más grande de este tipo de petróleo en el mundo, abarcando un área más grande que el territorio de Francia, donde hay entre 60 y 140 mil millones de barriles de reservas. Incluso en su nivel más bajo, éste tiene casi tres veces el petróleo que hay en los campos similares de Estados Unidos, asegura Blanch.
Igualmente, en Argentina, a menudo se considera que la cuenca del Neuquén tiene el potencial más grande de petróleo de esquisto fuera de Norteamérica, debido a su favorecedora geología en las formaciones de Vaca Muerta y Agrio.
Un marco político inadecuado podría limitar la producción
Aunque el potencial es alto, únicamente vemos adiciones netas de 280 mil barriles diarios de petróleo de esquisto fuera de Estados Unidos y Canadá.
Como sucede con el petróleo convencional, los proyectos de esquisto carecen de un marco político adecuado; para Rusia, Blanch proyecta un escenario máximo de producción de 250 mil barriles diarios para 2018.
En Argentina, Blanch cree que los 50 mil barriles diarios para 2017 son alcanzables, muy por debajo de las aspiraciones del gobierno, pero muy por encima de las indicaciones del programa actual de perforaciones.
Considera México también podría expandirse fuertemente, pero la participación extranjera requiere un cambio constitucional y una importante reforma en el sector energético.
Por lo pronto, para Blanch, a producción actual, fuera de Estados Unidos y Canadá, no parece ser una pieza estructural clave para modificar los precios del petróleo.