Duda España de las ventajas de asumir más deuda

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Hasta el momento el presidente Mariano Rajoy ha mencionado que su gobierno tiene que evaluar cuidadosamente los términos de reciprocidad de una eventual petición de ayuda tanto al Mecanismo Europeo de Estabilidad como al Banco Central de la zona euro, reporta el Grupo Financiero Santander.

De acuerdo con el área de análisis de la entidad española, hasta hace apenas unos días la Comisión Europea actualizó sus previsiones económicas y estimó que el déficit fiscal en España se ubicará al cierre de este año en 8.0% del PIB (incluyendo los costos de la capitalización del sistema bancario), mientras que la razón de deuda a PIB se elevaría a 86.1% del PIB desde 69.3% en 2011. Se estima que en 2013 el déficit fiscal representará el 6.0% del PIB, mientras que el coeficiente de deuda seguirá creciendo hasta representar el 92.7 % del PIB.

Se considera que España podría solicitar ayuda en forma de una línea de crédito que sería utilizada en caso de que los costos de financiamiento se vean presionados. Esta correría a cargo del Mecanismo Europeo de Estabilidad, pero a su vez “permitiría” al Banco Central Europeo pudiese participar en el mercado secundario de deuda soberana, agrega Santander.

Esto buscaría reducir los costos de financiamiento, mientras que toman lugar los compromisos para reducir el déficit fiscal. Al disminuir los costos financieros de su deuda, España dispondría de recursos para alentar la actividad económica, aún dentro de la disciplina fiscal.

Siguiendo con Europa, este miércoles se reportó que en septiembre la producción industrial registró una caída de 2.5% mensual, cuando el consenso de los analistas anticipaba una caída de 2.0%. En julio y agosto la producción industrial registró crecimientos de 0.5% y 0.9% (m/m), respectivamente, pero en septiembre observó una caída significativa.

En particular en cuanto a las principales economías de la zona euro, en Alemania la producción industrial bajó 2.1% en septiembre, mientras que en Francia la baja fue de 2.7% y en Italia la caída fue de 1.5%. En España la contracción de la actividad industrial fue de 2.8 por ciento.