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El equipo Global de Economía, Tasas y Divisas del BofA Merrill Lynch presentó su análisis de la serie US Macro, sobre las previsiones para los mercados tras los resultados de las elecciones en Estados Unidos, que de manera sintética estima un recorte en las tasa de entre 10 y 15 puntos base, así como un efecto del riesgo fiscal y para el crecimiento estima un incremento en la demanda de la divisa estadounidense, a continuación un resumen del análisis.
El presidente Obama ganó el colegio electoral y con ello mantiene la presidencia, mientras que los demócratas mantienen el control del Senado y los republicanos de la Cámara de Representantes. Aunque este resultado nos regresa al statu quo, consideramos que tiene implicaciones importantes para la economía y los mercados. Específicamente, analizamos dos situaciones: (1) el precipicio fiscal y la política presupuestal, y (2) el cambio de liderazgo y política de la Fed.
Precipicio fiscal: Para ambos partidos, el que se haya mantenido el statu quo significa que los votantes apoyan sus respectivas posturas, por lo que no se volverá más fácil llegar a un acuerdo. Además, la división entre la Cámara de los republicanos y el Senado de los demócratas sigue presente. Esto significa que las negociaciones en torno al precipicio fiscal serán todo un desafío, y que la incertidumbre de la comunidad empresarial puede prolongarse.
El Presidente Obama ha solicitado un aumento de impuestos para los estratos de mayores ingresos, lo cual ha sido rechazado por el Partido Republicano. Si los republicanos no ceden en este tema, entonces surge el riesgo de que los demócratas permitan que expiren todos los recortes fiscales de la era Bush, para así empujar su propio plan de apoyos fiscales a la clase media.
También percibimos un escenario positivo, aunque menos probable. Si la amenaza de que expiren todos los recortes de la era Bush lleva a los republicanos a negociar, entonces el escenario de riesgo positivo es que se genere un plan bipartita (similar al Simpson-Bowles), que introduzca gradualmente la austeridad, en vez de saltar al precipicio. Esto, en nuestra opinión, traería reformas fiscales más significativas durante los próximos 12-24 meses. El destino de los recortes automáticos del gasto (sequesetration) es menos claro, pero se podría llegar a un acuerdo en el que se pospongan los recortes al gasto de defensa, a cambio de otra extensión del recorte al impuesto sobre la nómina.
Techo de la deuda: La solución a la que se llegue en el debate del precipicio fiscal influenciará la negociación del techo de la deuda. De materializarse el escenario negativo (una caída temporal al precipicio), sería más difícil llegar a un acuerdo sobre el techo de la deuda, y es probable que se provoque un recorte a la calificación soberana, por parte de una o más agencias.
Política de la Fed: La administración del presidente Bernanke concluirá en enero de 2014. Creemos que el presidente Obama consideraría otorgarle otro periodo. De negarse Bernanke, prevemos que la Fed continúe con su política bajo el mando de un presidente también enfático, como podría ser Janet Yellen —que de cualquier manera estará fungiendo como presidente hasta que el remplazo de Bernanke sea confirmado. Los miembros con voto del FOMC se mostrarán particularmente dovish (proinflacionarios) durante 2013, y anticipamos que la Fed siga comprando $45 mil mdd en bonos del Tesoro, incluso una vez finalizada la Operación Twist al cierre del año.