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Con un aire desenfadado, sobrio, pero con tecnología de vanguardia, Volkswagen retoma el viejo concepto de la camioneta hippie de los años 60 reviviéndola con una versión eléctrica llena de personalidad minimalista. Al parecer, los clásicos difícilmente pasan de moda.
El lanzamiento de Bulli por Volkswagen en el Salón del Automóvil en Ginebra 2011, dejó a más de uno impresionado por la evolución de uno de los mini buses más representativos de la marca alemana, y es que no es solamente la alta tecnología que ofrece este automóvil, sino su elegante presentación, confort y máximo rendimiento.
Su atractivo y sencillo diseño retro está inspirado en la típica Combi, que durante años fue sinónimo de “libertad sobre ruedas”, por esta razón, Bulli se antoja para largos viajes en carretera, en los que acompañado por su gran sistema de info-entretenimiento controlado por un iPad, el recorrido está garantizado con un centenar de posibilidades de diversión, que van desde canciones, videos y mapas hasta asistencia personalizada vía Internet y telefonía.
El iPad extraíble, situado en la consola central del auto, opera como pantalla táctil multifuncional, tiene la función, además de las ya descritas, de controlar las funciones de manos libres, recepción de archivos vía bluetooth y el climatizador de la Van.
Gracias a su motor eléctrico, Bulli es un automóvil cero emisiones, lo que significa que es completamente amigable con la naturaleza. Su silencioso motor se alimenta a través de una batería de litio-ión, que tiene la capacidad de producir hasta 40 kWh, dándole al auto una potencia de 115CV, que permite recorrer hasta 300 km con una sola carga, logra acelerar de 0 a 100 km/h en 11.5 segundos y alcanza una velocidad de hasta 140 km/h. Su batería se recarga totalmente en surtidores de electricidad en menos de una hora.
Por supuesto que Volkswagen no limitó al Bulli a la gama de motores eléctricos, también los habrá con motores de gasolina, ideados para ofrecer el máximo ahorro de combustible.
Su interior se caracteriza por su techo panorámico, que dota de excelente luminosidad al automóvil. Sus seis asientos versátiles, pueden adaptarse a las necesidades de descanso, espacio o gusto del conductor y pasajeros, ofreciéndoles máximo confort; la elevada posición de los asientos, muy similar a la del modelo original, permite al pasajero tener una excepcional vista frontal.
El Bulli es más bajo y un poco más ancho que la Combi original, también integra más curvas a su frente, sin embargo, Volkswagen cuidó en retener ciertas características del original como la butaca delantera para tres pasajeros, la pintura exterior en dos tonos y el emblema de Volkswagen grande, al frente del bus.
La combi original debutó en 1950 y se convirtió en la primera Van de la historia automotriz con difusión masiva, pues rompió con el carácter de vehículo de carga. Ha sido utilizada a lo largo de los años para transporte de personal, escolar, familiar y comercial. Para algunos es emblema de bienestar, ahorro y sinónimo de vacacionar.
Se trata del retorno de un vehículo lleno de cargas emocionales y simbolismos, por lo que no será extraño que Bulli se introduzca fácilmente en el gusto del consumidor.