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*Por Jenny Bernal, directora ejecutiva de gestión de talento y desarrollo organizacional de Scotiabank México.
McKinsey Global Institute revela en un estudio reciente que las empresas que invierten en el desarrollo de las habilidades de sus equipos generan un 30% más de ingresos por cada peso invertido en la formación de su capital humano.
Una de las claves del éxito de las empresas, sin importar el sector al que pertenecen o su tamaño, es la fuerza laboral. Atraer talento es esencial. Sin embargo, retenerlo y desarrollarlo es aún más importante.
La labor del departamento de Recursos Humanos aquí es fundamental y va más allá de la contratación y compensación de los empleados.
Implica un acompañamiento constante y estímulos para el crecimiento personal y profesional, lo que también implica invertir y proporcionar las herramientas necesarias para el crecimiento sostenido de cada individuo de la institución, permitiéndoles ser lo que quieran ser.
McKinsey Global Institute revela en un estudio reciente titulado “Desempeño a través de la gente” que las empresas que invierten en el desarrollo de habilidades de sus equipos experimentan un 5% menos de deserción y generan un 30% más de ingresos por cada peso invertido en la formación de su capital humano.
Cercanía y Productividad
Facilitar herramientas no se limita a ofrecer cursos o capacitaciones. Es esencial que el departamento de Recursos Humanos se acerque al personal, identifique sus necesidades y tome medidas proactivas que refuercen sus habilidades de manera integral para hacer frente a retos de la compañía y personales.
Por ejemplo, después de la pandemia, el desarrollo de las llamadas “habilidades blandas” y las “habilidades poderosas” es igual o más relevante que las “habilidades duras”, pues contribuyen a la construcción de mejores ambientes laborales.
De acuerdo con Global Talent Trends 2023, la tendencia de deserción laboral se ha triplicado en los últimos años. Esta realidad revela la importancia de ofrecer una propuesta ‘360’, la cual considere tanto la compensación económica, como el bienestar mental y físico.
También la flexibilidad en los horarios, el desarrollo profesional y la afinidad con la cultura empresarial, lo que tiene que ver con un cambio en el paradigma de las empresas.
Pero, sobre todo, de los departamentos de Recursos Humanos, quienes ahora debemos concebirnos como desarrolladores de talento y catalizadores de carreras profesionales.
Esta evolución refleja no solo las cambiantes necesidades de las personas, sino también de las organizaciones, en momentos en que enfrentan transformaciones para ofrecer una propuesta de valor.
En este proceso el desarrollo profesional se convierte en el eje central de la estrategia de talento, fomentando estrategias de recapacitación (reskilling en inglés) y de perfeccionamiento de habilidades (upskilling en inglés) que los impulse a continuar creciendo dentro de la organización.
Los líderes de Recursos Humanos deben saber medir el impacto positivo de nuestras iniciativas y saber y entender que no solo implica impulsar el crecimiento jerárquico del equipo, sino también promover el desarrollo holístico de las personas.
Esto quiere decir, proporcionar herramientas que les permitan prepararse para roles futuros, alineando sus valores con los de la empresa y apoyándolos en la búsqueda de su propósito de vida en consonancia con su carrera profesional.
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*Jenny R. Bernal Sarmiento se desempeña como directora ejecutiva de Gestión del Talento y Desarrollo Organizacional de Scotiabank México.
Ha estado laborando para Scotiabank en los últimos 10 años. La ejecutiva cuenta con experiencia en reclutamiento, contratación y on boarding, desarrollo de equipos y líderes talentosos, permeando siempre una cultura de diversidad e inclusión con enfoque en una gestión del cambio.
Su lema “la Cultura la construimos entre todos” reafirma su compromiso con la diversidad, la equidad y la inclusión. Originaria de Colombia y apasionada del futbol