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El impacto no sólo provendrá del impuesto tradicional, sino del impuesto provisional que, en conjunto, resultará en la tasa más alta desde 2003, misma que gravará desde los populares Cetes hasta operaciones de reporto o cualquier otro instrumento que pague intereses en México
Uno de los mayores manejadores de fondos a nivel global, Franklin Templeton, dijo en una nota que durante 2024 los inversionistas pagarán impuestos máximos sobre los instrumentos que otorgan intereses en el país, lo que incluye los Certificados de la Tesorería de la Federación (Cetes).
Se trata de dos tasas impositivas que en conjunto resultarían en aproximadamente un nivel impositivo de 3.7%, la máxima tasa vista en México, y que gravará todas las operaciones que generen intereses.
Ramsé Gutiérrez, senior vicepresident y codirector de la entidad en el país, indica que “la pesadilla tiene dos partes”.
Una de ellas, señala, son los intereses reales a cobrar previstos en la propuesta del Paquete Económico de 2024 entregado al Congreso, que son el 35% de los intereses reales que la Autoridad hacendaria recibirá durante este año.
“Este será el mayor ajuste desde que se empezaron a gravar los intereses reales en 2003 y se pagará en la declaración anual 2024, sobre el ejercicio fiscal de 2023”, agregó Gutiérrez.
La segunda lectura tiene que ver con en el impuesto provisional a pagar durante el siguiente año, de 1.48%, la segunda tasa más alta desde que el impuesto empezó a operar hace 20 años.
Este gravamen estará directamente relacionado al Impuesto sobre la Renta (ISR) provisional para los instrumentos de deuda; la suma de ambos gravámenes da una tasa aproximada de 3.7%.
“Así, si asumimos una aritmética aproximada, en lugar de recibir tasas de 9.5%, esta quedará reducida a 5.8%, una historia muy distinta a la de este año en el que se recibió cerca del 11%”, estimó el especialista.
Los gravámenes serán obligatorios en el caso de aquellos ahorradores cuyas inversiones otorguen intereses reales de al menos 100 mil pesos.
El 8 de septiembre pasado, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) divulgó la iniciativa de Ley de Ingresos del próximo año, donde el ISR provisional para los instrumentos de deuda será de 1.48%, un aumento de casi 9 veces en comparación a los de este año.
Si bien la tasa real estimada en 2024 bajaría de 6.9% a 5.5% real, tomando en cuenta que en 2023 se cobró una tasa impositiva provisional de 0.15%, la tasa “no impactará de manera relevante”, dijo el manejador de fondos días después.
“Pero, en 2024 con un impuesto provisional de 1.48%, la tasa real que entrará al bolsillo bajará de 5.5% a 4% real.
“Aún más, si (se) considera la cuenta por pagar que se está generando durante 2023, el impuesto sobre CETES será en extremo relevante en 2024, pues en ese año se estará pagando la mayor cantidad de impuestos en la declaración anual”, indicó el 12 de septiembre.