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La situación financiera de Pemex, por su posible impacto en las finanzas públicas, la estabilidad financiera y el tipo de cambio, podría representar uno de los factores de riesgo en la política monetaria
Uno de los funcionarios que integran el máximo órgano de decisión del Banco Central mexicano “notó” que la situación financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex) sea uno de los dos factores de riesgo con implicaciones “significativas” en la conducción de la política monetaria.
Esto implica la política monetaria de corto y mediano plazos, según las actas de la más reciente reunión de política del banco central mexicano, difundidas el jueves.
Otro integrante dijo que la falta de inversión en mantenimiento, cambios en la estrategia de negocios de Pemex y la perspectiva de menores inversiones en capital han aumentado su dependencia de los recursos federales, “lo que podría ser un riesgo para la calificación de la deuda soberana”.
Agregó que el sistema bancario mexicano tiene una exposición significativa en esta empresa.
Argumentó que las múltiples revisiones a la baja en la calificación que han sucedido entre enero de 2019 y julio de 2023 advierten sobre el reciente deterioro.
A la reunión de política efectuada el 9 de agosto pasado, cuyo anuncio se dio al día siguiente, asistieron el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Rogelio Ramírez de la O. y el subsecretario, Gabriel Yorio.
En el radar
Desde la etapa más álgida de la pandemia a principios de 2021, las calificadoras internacionales Fitch Ratings y Moody’s Investors Service rebajaron a Pemex a un grado especulativo.
Recientemente, Fitch redujo un peldaño más la calificación de la petrolera, mientras que Moody´s cambio su perspectiva a negativa.
De acuerdo con las actas, algunos de los miembros de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) hicieron alusión a la reducción de la calificación crediticia de Pemex por parte de una agencia de riesgos crediticios.
Otra más cambió su Perspectiva de Estable a Negativa, refirieron.
Uno de los miembros de la Junta, sin embargo, consideró que la baja en la calificación en la petrolera tuvo un impacto limitado en los mercados financieros nacionales.
“Detalló que las primas por riesgo soberano de México se mantuvieron prácticamente sin cambios”, según las minutas.
Restrictivos
El funcionario que habló sobre los dos factores de riesgo con implicaciones “significativas” para la conducción de la política monetaria dijo que el primero es el rezago acumulado en la inversión física y la caída en la productividad, que pueden “haber disminuido el crecimiento potencial de la economía”.
De ser este el caso, señaló como posible que las presiones inflacionarias de demanda se materialicen “incluso cuando las estimaciones tradicionales de la brecha del producto no indiquen una sobreutilización de la capacidad productiva”.
El mismo funcionario consideró que estos dos factores refuerzan la conveniencia de mantener la postura monetaria en terreno restrictivo durante “todo el horizonte de planeación”.
“Expresó que ello es una condición necesaria no solo para inducir la convergencia de la inflación a la meta, sino también para administrar los riesgos asociados con dicha convergencia”.
El 10 de agosto en su anuncio de política, el Banxico mantuvo la tasa de interés referencial de México en 11.25%; conforme al comunicado, este nivel se sostendrá por un tiempo prolongado, en tanto se alcance el objetivo de inflación de 3%.