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El presidente mundial del Grupo BBVA, Carlos Torres Vila, aseguró que México es un candidato natural para la reubicación de procesos productivos o ‘nearshoring, la tendencia “que (además) se va a acelerar por los incentivos fiscales que Estados Unidos ha diseñado para promover la inversión en la lucha contra el cambio climático,
Estas circunstancias, aseguró Torres Villa, favorecen especialmente a México porque “la manufactura mexicana es una de las más competitivas a nivel global y el ‘nearshoring’ representa un viento a favor especialmente para ciertas industrias, como el inmobiliario industrial, la infraestructura de transporte, industriales o materiales de construcción.
En definitiva, dijo Torres Vila, el ‘nearshoring’ y la inversión privada que pueda atraer representan una oportunidad histórica para México, un enorme potencial de crecimiento”.
Durante la Reunión Nacional de Consejeros Regionales de BBVA, tanto Torres Vila como el director general de BBVA, Eduardo Osuna, aseguraron que la relocalización de cadenas productivas podría transformar el ritmo de crecimiento económico del país.
No obstante, ante consejeros regionales del banco de origen español, Osuna aseguró que los próximos 18 meses serán claves porque se necesita elevar la inversión en 25% en una coyuntura caracterizada por las elecciones en México y EU
Este escenario político aumentaría la polarización en un momento en el que se necesita certidumbre para invertir mientras la economía de EU puede reducir su crecimiento.
México, un país de oportunidades
En su intervención en la RNCR 2023, Eduardo Osuna Osuna, vicepresidente y director general de BBVA México, destacó que el impacto potencial del ‘nearshoring’ se reflejaría en un crecimiento del 1% adicional al PIB por año. Derivado de esto se podría registrar un incremento de tres puntos porcentuales por año en la inversión privada, un aumento anual de 400.000 empleos adicionales, la creación de clases medias y un rango de 1.2 puntos porcentuales de mayor consumo privado.
De acuerdo con Osuna, los datos macroeconómicos del país, así como los resultados del banco, se traducen en un país con sólidas ventajas estructurales y capaz de hacer frente a nuevos retos, como el ‘nearshoring’.
“El país -comentó- podría elevar significativamente su crecimiento económico si logra resolver importantes cuellos de botella que aún existen, como una modificación de la política energética, detonar inversión en regiones clave para mejorar la infraestructura, así como el impulso a la competitividad”.
Para el director general de BBVA México, el reto más grande que tiene el país es impulsar la inversión nacional, pública y privada, para generar una mayor demanda interna; es decir, detonar proyectos de infraestructura local, promover asociaciones público-privadas en sectores estratégicos, combatir la informalidad, poner foco en el proyecto del corredor transístmico que incentive la inversión e impulsar la educación. Actualmente, el 88% de la inversión corresponde a la inversión nacional, 13% pública y 75% privada. Solamente el 12% de la inversión total corresponde a la Inversión Extranjera Directa (IED).
Osuna precisó que el país se encuentra en un proceso de dinamismo económico que se refleja en la actividad del banco durante los cuatro primeros meses de 2023. Entre enero y abril, se han emitido 747.000 nuevas tarjetas de crédito y se alcanzó una facturación superior a los 204 mil millones de pesos. En este mismo período se han otorgado 59 mil millones de pesos en créditos al consumo y 9 mil millones de pesos en financiamiento a la adquisición de automóviles. Se han abierto líneas de crédito por 395 mil millones de pesos para el segmento empresarial y en lo que se refiere al segmento pyme se han otorgado créditos por 20 mil millones de pesos.