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Por Victor Vega/OCA Reputación
México vive un momento histórico en materia de inversión y desarrollo industrial gracias al fenómeno del nearshoring. Sin embargo, hay varios retos que son necesarios atender en infraestructura, conectividad, seguridad y de acceso a servicios como agua y energía. Existe el riesgo de un crecimiento asimétrico, pues la mayoría de las empresas globales sigue apostando por relocalizarse en estados del norte frente a las opciones en el sur-sureste. La clave no solo debe ser el desarrollo de infraestructura estratégica, sino robustecer el ecosistema de PyMEs para construir cadenas de valor regionales que atraigan las inversiones hacia zonas con mayor rezago.
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En medio de la dinámica de relocalización de empresas, el gobierno federal busca equilibrar la captación de inversiones para que no se concentren sólo en los estados del norte del país. El presidente López Obrador es el principal promotor de los estados del sur-sureste; sin embargo, no ofrece detalles del avance del proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo, a diferencia de otras obras prioritarias como el Tren Maya. Otro factor determinante es que los estados en esa región del país no cuentan con políticas industriales lo suficientemente robustas para generar un clima propicio para captar las inversiones internacionales.
Proveeduría local, clave para el nearshoring
El anuncio de inversión de Tesla en Nuevo León es un ejemplo visible del papel determinante que juega la proveeduría local en la toma de decisiones de los ejecutivos de empresas globales. Según datos oficiales, en México existe una red de 127 empresas que fabrican componentes para los autos eléctricos de Tesla que surten a la gigafactory de Austin, Texas. Dicha red de proveedores se distribuye en los estados de Nuevo León, Chihuahua, Coahuila, San Luis Potosí, Aguascalientes y el Estado de México. En el mismo sentido, Máximo Vedoya, presidente de CAINTRA y CEO de Ternium, considera indispensable fortalecer los ecosistemas de PyMEs en México para integrarlos a las cadenas globales de valor, y así multiplicar los beneficios del nearshoring.
Competencia regional en IED: el norte vs el sur
De acuerdo con datos de la secretaría de Economía, la inversión extranjera directa (IED) que recibió México en 2022, asciende a 35 mil 292 millones de dólares, lo que representa un incremento de 12% respecto a 2021 y el mejor nivel en 7 años. El 36% de la IED correspondió al sector manufacturero en el que destacan la fabricación de vehículos, componentes electrónicos, autopartes, generación y distribución de energía eléctrica y la industria del hierro y el acero. La Ciudad de México, Nuevo León, Jalisco, Baja California y Chihuahua, fueron los cinco estados con mayor captación de capitales extranjeros. En contraste, los cinco estados con la menor atracción de inversión extranjera en el mismo periodo fueron Veracruz, Tabasco, Morelos, Oaxaca, y Chiapas. Según un análisis de BBVA Research, esta disparidad es evidencia de la correlación negativa entre el nivel de pobreza y la inversión extranjera per cápita a nivel nacional. Por otro lado, el Coneval indica que en materia de pobreza laboral, el mapa nacional se divide en dos. En los estados del norte, el nivel de trabajadores que no alcanzan a cubrir con sus ingresos el gasto familiar, es menor al promedio nacional, mientras que en los estados del centro y sur, los indicadores negativos se disparan.
¿Hay receta del éxito para el sur-sureste?
El proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo está despertando interés; sin embargo, el gobierno federal ha ofrecido muy poca información respecto al avance de las obras. Según un informe de la Auditoría Superior de la Federación, la mega obra carece de coordinación entre las 24 dependencias federales responsables del plan de desarrollo, adicionalmente, el proyecto enfrenta la resistencia de comunidades indígenas. El presidente López Obrador reveló en su conferencia del martes 08 de marzo, que encabezará una visita de legisladores estadounidenses por el Tren Maya y el Corredor Interoceánico, además de que seguirá promoviendo las inversiones en la zona. El mandatario reconoce que ambos proyectos enfrentan problemas por la toma de vías por la inconformidad de algunos sectores de la población y grupos que buscan sacar ‘tajada’ de la inversión que se está canalizando en la zona, particularmente por el pago de las tierras. Para que el sur-sureste pueda sumarse a la dinámica de relocalización de empresas, es urgente canalizar inversiones públicas en infraestructura estratégica, mejorar la conectividad interregional, garantizar la seguridad al transporte y ofrecer otras opciones para el traslado de mercancías como vías ferroviarias, puertos y rutas marítimas. También es necesario dotar a las empresas de energía eléctrica, principalmente de fuentes renovables. Por otro lado, el sur-sureste tiene un gran potencial agropecuario. Según el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, el sur de México podría alcanzar una bonanza gracias al agro, pero requiere que se enfoquen inversiones públicas en carreteras, infraestructura de riego y tecnologías aplicadas al campo. Especialistas coinciden que el gobierno federal debe apostarle a la agroindustria para dinamizar la economía de esa región. Advierten que no se están canalizando recursos públicos suficientes porque la mayor parte del gasto lo absorben obras como el Tren Maya.
Retos para generar un ambiente propicio para las inversiones
- El gobierno tiene un gran interés en dirigir a los estados del sur-sureste nuevas inversiones para dinamizar sus economías y reducir la pobreza que predomina en esa región.
- Este interés va más allá de las inversiones que el gobierno realiza. Alejándose de su mantra de no financiar proyectos privados, el presidente está dispuesto a ofrecer estímulos fiscales para la relocalización de industrias a esa región.
- Más allá del Corredor y los parques industriales, el gobierno necesitará inyectar recursos de manera consistente, durante varios años, para mejorar infraestructura crítica y ofrecer seguridad, energía y certeza jurídica.
- Como demuestran las inversiones en el norte del país, es fundamental que regiones del centro y sur se enfoquen en el fortalecimiento de las PyMEs; construir redes de suministro local, hubs industriales y tecnológicos. Es un factor elemental para la atracción de inversiones.
Además, es necesario fortalecer el tejido empresarial en la región y realizar un trabajo coordinado entre autoridades y los sectores empresariales e industriales para materializar una oportunidad como el nearshoring.
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