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*Por Alejandra Marcos Iza, directora de análisis y estrategia de Intercam Grupo Financiero
Apenas la semana pasada, el Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés) mostró un tono más hawkish, decepcionando a los mercados que habían sido inundados de optimismo tras la publicación de algunos indicadores adelantados.
La semana pasada se llevaron a cabo las últimas reuniones de política monetaria en el año tanto de la Reserva Federal como del Banco de México.
A pesar de que el último dato de inflación en Estados Unidos sorprendió positivamente a la baja, al colocarse en 7.1% debajo de estimados, y mostrando una contundente trayectoria de baja al haber ligado cinco meses consecutivos de baja, la Reserva Federal mostró un tono más hawkish, decepcionando a los mercados que habían sido inundados de dosis optimistas luego de la publicación de algunos indicadores adelantados.
El tema medular para la Reserva Federal no es solamente la inflación, y lograr que converja a su objetivo del 2%, que de acuerdo a su comunicado, no será sino hasta el 2025.
Hay evidencia de presiones para la inflación que deben ser abordadas, una de ellas son las apretadas condiciones del mercado laboral: Al mes de noviembre se crearon 263 mil puestos de trabajo, sin mostrar signos de desaceleración, y más importante aún, los salarios por hora aumentaron a 5.1% en señal que las presiones en la inflación no son moderadas.
Por ello resulta imperante que la Reserva Federal sigua el camino de restricción monetaria ya que, la suma de un mercado laboral tan ajustado, con presiones en la inflación, en particular de los alimentos y del costo de la vivienda, pudieran apuntar que la inflación se podría colocar estructuralmente anclada en niveles superiores a los objetivos del banco central.
De acuerdo con la gráfica de puntos, los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) revisaron al alza la tasa terminal -es decir, el nivel de tasa esperada para finalizar el ciclo restrictivo- de 4.6% a 5.1%, lo que implícitamente deja ver que faltarán otros 75puntos base de alzas en la tasa de interés referencial.
Sin precedente inmediato
Hay que señalar que este ciclo de alza de tasas ha sido el más restrictivo en velocidad e intensidad desde 1994, por lo que las condiciones de astringencia no son menores.
Pero es un hecho que ha tenido un efecto muy modesto en la economía, reconociendo con ello que la política monetaria tiene un efecto rezagado.
Adicionalmente, es importante señalar que dos miembros apuntaron a tasas de interés inclusive más elevadas, por lo que no se puede asegurar que no se alcanzará un nivel de restricción mucho mayor; tal y como lo ha señalado James Bullard, presidente del FED de St. Luis, quien ha sido uno de los miembros claramente más hawkish dentro de la junta actual.
Los mercados no parecen estar sumamente preocupados, se han movido como péndulos entre incorporar en los precios un aterrizaje suave en la economía o una recesión.
La realidad es que no es hora de subestimar a la Reserva Federal, la posibilidad de regresar a un escenario semejante al de 1970 no es menor.
La Fed tendrá que subir las tasas hasta ver que la inflación descienda con contundencia y el mercado laboral regrese al equilibrio, situación que no se vislumbra cercana.
Misma ruta
En ese tenor, Banco de México siguió los pasos de la Reserva Federal y aumentó la tasa de referencia en 50 puntos base, considerando que todavía será necesario seguir incrementando la tasa objetivo en la siguiente reunión de política monetaria.
Consideramos que la Junta de Gobierno volverá a incrementar la tasa en el 2023 en la junta de febrero y marzo, y muy probablemente lo haga de la mano de lo que realice la Reserva Federal ante la imposibilidad que, estimamos de momento, de desacoplarse del movimiento de la Reserva Federal.
Ello pese a que miembros de la Junta de Gobierno han sido vocales que, las decisiones de política monetaria no son mecánicas. La razón principal de nuestra tesis es que reducir el diferencial de tasas entre México y Estados Unidos afectaría la fortaleza del peso, más aun en el contexto actual y el panorama del 2023.
Ergo, la posible contaminación en la formación de precios no es menor y los riesgos para la inflación no deben de minimizarse.
*Alejandra es Licenciada en Administración de Empresas por parte de la Universidad Anáhuac. Complementó su preparación en la Universidad en Harvard con cursos especializados en mercados financieros.
Actualmente se desempeña como directora de Análisis y Estrategia de Intercam Grupo Financiero, donde tiene bajo su encomienda el análisis económico y bursátil de la institución.
Alejandra participa en diversos foros de opinión a través de medios de comunicación y ha impartido conferencias en diversos foros sobre las perspectivas económicas del mundo y de México. Forma parte del Top 10 Ranked Anaylst de Reuters.
Ha sido catedrática de la Universidad Anáhuac y es Embajadora de Mujeres en Finanzas, asociación civil sin fines de lucro, cuya finalidad es cerrar la brecha de género en el medio financiero.
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