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Miembros de la Marina piden incluso el retiro de los embajadores peruanos en Argentina, Bolivia, Colombia y México, tras el comunicado de apoyo a Pedro Castillo.
Las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador en apoyo al depuesto presidente del Perú, Pedro Castillo, no pasaron desapercibidas y ya generaron n reacciones en aquella nación.
En los últimos días, López Obrador ha mostrado su apoyo al depuesto presidente y le permitió asilarse en la embajada mexicana en Lima, aunque no alcanzó a llegar tras ser detenido.
Junto con sus homólogos de Argentina, Bolivia y Colombia difundió un comunicado llamando a preservar la voluntad popular expresada en las urnas, los derechos humanos y el marco constitucional.
Incluso, ayer martes declaró que “no se puede destituir a Pedro Castillo” a pesar de que el proceso se ha llevado a cabo de acuerdo a las leyes peruanas y de que en su lugar se ha designado a la vicepresidente —también de izquierda y del mismo partido que Castillo— Dina Boluarte.
Luego de las declaraciones de López Obrador, congresistas peruanos han pedido que el presidente mexicano sea declarado persona non grata.
De acuerdo con un despacho del diario Infobae fechado en Lima, Gladys Echaíz, congresista y ex fiscal de la nación, propuso que se emita esa declaratoria por parte del Congreso del Perú.
“El señor López Obrador ha dicho muchas mentiras en sus conferencias de prensa de que nosotros hemos tenido expresiones discriminatorias contra el expresidente Castillo. Eso no es verdad”, expuso Echaíz.
Por separado, la organización Unión Naval —compuesta por marinos en retiro del Perú— pidió a la presidente Dina Boluarte el “retiro inmediato” de sus embajadores en Argentina, Bolivia, Colombia y México.
En un comunicado difundido en redes sociales y cuyo título es “A Perú se le respeta”, Unión Naval consideró que “nos guste o no, tanto en el Perú como en el extranjero se le debe reconocer a Dina Boluarte Zegarra como Presidente del Perú a partir del 7 de diciembre del año en curso; sin embargo, los gobiernos de Argentina, Bolivia, Colombia y México, alineados con el Foro de Sao Paulo, han tenido el desatino de no hacerlo”.
Esta posición “constituye una grave ofensa e intromisión en nuestros asuntos internos al no respetar y dudar de nuestras decisiones como país soberano que ha actuado de acuerdo a su Constitución y Leyes”.
Por Raúl Castro-Lebrija
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