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Cuando en 2011, Joseph Blatter, presidente de FIFA en ese momento, abrió su sobre y anunció que Qatar iba a organizar la Copa del Mundo, la situación del país del Golfo Pérsico no era la mejor. De hecho, había mucha pobreza en Qatar y mostraba un extremismo en el aspecto social porque de un lado estaban las zonas bajas, y del otro, las zonas en crecimiento absoluto. Sin embargo, organizar el Mundial fue un punto de inflexión para la economía qatarí.
La economía de Qatar se basa en el petróleo y gas natural, pero la realidad es que organizar la Copa del Mundo le ha dado un impulso, que ninguno de esos dos factores produjo antes. La consultora KPMG, con varias oficinas en Doha, asegura que las tasas de crecimiento económico de Qatar de 2023 y 2024 serán los más altas desde 2012, un año después de anunciar el Mundial.
Desde que estamos en Doha, notamos pocas personas nacidas en Qatar, pero luego averiguamos que debe haber alrededor de 300 mil qataríes viviendo en Doha, un 10 por ciento de los tres millones de total. “La población a la que se destinan los grandes beneficios del Estado es muy pequeña. Eso permitió que el PIB per cápita creciera tan rápido”, nos comentaba un periodista local en el centro de prensa de Doha. Desde que el Mundial se empezó a organizar el Qatar, el superávit de flujo de capitales se mantiene altamente positivo. Antes de que FIFA anunciara el Mundial en Qatar, la economía local decrecía y preocupaba, pero en 2023 se estima un crecimiento del 6%, se pronostica un PBI del 3.5% en 2024 y un 5% en 2024.
El Mundial movilizó sectores que estaban estancados. El crecimiento se dio en el transporte público, en la construcción, en la parte inmobiliaria y la obra pública, entre otros puntos importantes. Todo está directamente vinculado a la presencia de la Copa del Mundo, que además, le da un impulso gigante a la parte del turismo, del consumo, del entretenimiento y la hotelería, que terminan dejando una imagen tremendamente positiva.
Hace dos semanas que estamos en Doha, la ciudad es futurista. Los rascacielos son impactantes, las autopistas de primer nivel, el orden es absoluto y el crecimiento en el futuro cercano es imparable. Las zonas que parecían sumergirse en la pobreza han sentido el impacto del crecimiento de la economía, de hecho, tomarse un Uber o un taxi es un verdadero lujo porque te levantan automóviles de marca de altísimo nivel como KIA, MG o BMW. A pesar de estar en pleno Mundial, Doha todavía muestra construcciones que siguen levantándose a pasos agigantados. Prácticamente todas las personas tienen su trabajo y el nivel de vida es inmejorable. El objetivo de Qatar no fue organizar el Mundial, fue que el Mundial sea el punto de partida para el futuro, mostrarle al mundo lo que pueden ofrecer, lo que tienen y de lo que son capaces.
Leandro Rodriguez – Periodista
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