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Redacción/UNAM
Reintroducir especies animales endémicas de México actualmente en riesgo como los perritos de las praderas en Janos, Chihuahua, o los jaguares en la Laguna Om, cerca de Calakmul, Quintana Roo, es parte del trabajo efectuado por Jesús Pacheco Rodríguez, investigador del Instituto de Ecología (IE) de la UNAM, quien recientemente recibió el Reconocimiento a la Conservación de la Naturaleza 2022 en la categoría Academia.
El premio -que otorga la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), a través de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas- distingue su labor académica y práctica en materia de conservación durante 32 años en Janos, Chihuahua; y 15 años en la región de Calakmul, Quintana Roo.
“Es un premio muy importante en términos del país, porque refleja el trabajo de un grupo de personas que son reconocidas por hacer actividades en pro del medio ambiente, ya sea desde la investigación, la sociedad o las empresas. Busca proteger a los recursos naturales”, detalló.
Orgulloso de recibirlo, está consciente que la distinción da visibilidad al quehacer que realiza en el Laboratorio de Ecología y Conservación de Fauna Silvestre del IE.
Amante de los animales desde que era niño, Pacheco Rodríguez combina el trabajo de campo con el de laboratorio y se siente contento de pertenecer a la UNAM, su alma mater desde la licenciatura hasta el posgrado.
Conservar su hábitat
Endémico del norte de México, el perrito de las praderas (Cynomys ludovicianus) es una especie de roedor que, al ser tratado como una plaga de la agricultura, está en peligro de extinción.
Pacheco explicó que, como casi todos los daños a la conservación, a estos mamíferos los afecta especialmente el manejo inapropiado de sus pastizales nativos y las sequías severas.
Desde hace 30 años, Pacheco y sus colegas evaluaron la biodiversidad de Janos, en donde había numerosas especies animales. “Es un sitio muy importante para la biodiversidad, porque encontramos bisontes, lobos, berrendos; era un sitio bastante silvestre que hoy está muy fragmentado”, señaló.
En Janos, Pacheco se dedicó a estudiar el efecto que tenían los perritos de las praderas en el ecosistema. “Hasta hace 30 años no se sabía su papel fundamental. Pero después de años de estudios entendimos que es una especie clave que, al encontrarse en una localidad tan particular, afectan directamente a las actividades y a la presencia de muchas otras especies, como anfibios, reptiles, aves, muchos otros mamíferos y una enorme cantidad de artrópodos de la región”.
Habitantes de los pastizales nativos, para conservarlos actualmente Pacheco y sus colegas realizan reintroducciones que los mueven a un sitio original de su propio hábitat, en acuerdo con los ganaderos para respetarlos.
En el caso de los jaguares en Quintana Roo, aunque están en una zona protegida en Calakmul, el investigador trabaja con los que están fuera de la reserva, en Laguna Om. Lo que se busca para conservarlos es una adecuada combinación con las actividades productivas, como un buen manejo forestal que no fragmente aún más su hábitat.
“Es muy importante hablar con los pobladores locales para que la conservación funcione. Las reintroducciones de los perritos de las praderas, de los jaguares y de todas las especies, necesitan la participación social para funcionar”, afirmó.
Si como humanos hemos sido capaces de dañar tanto al planeta, nos toca conservarlo. “Somos la generación que puede lograrlo”.
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