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Guadalupe Hernández
A más tardar este viernes, México recibirá la postura oficial de Brasil respecto al futuro del Acuerdo de Complementación Económica 55 (ACE 55), relativo a las exportaciones de autos armados en el país, luego que en las últimas semanas trascendiera que se aplicarían aranceles a la hora de entrar a territorio brasileño.
El secretario de Economía, Bruno Ferrari, dijo que aun cuando los brasileños han hecho anuncios parciales, todavía no queda “claro” cuáles son las preocupaciones que pudieran tener tanto el gobierno de Dilma Rousseff, como el sector industrial.
“Nosotros hemos pedido que los próximos días, antes del 17 de este mes, tengamos ya un documento por escrito de parte de Brasil diciendo exactamente cuáles son las dudas que hay”, agregó.
Aunque aventuró una posible preocupación de parte de los brasileños: al inicio de la presente administración de Felipe Calderón había un déficit comercial por cinco mil 200 millones de dólares desfavorable para México, y al inicio de 2012 esa tendencia se revirtió en apenas un superávit de 124 millones de dólares.
El funcionario subrayó que esta coyuntura puede ser una “gran oportunidad” para que los dos países crezcan, generando más negocios. “Queremos aprovechar esta petición que nos hace el gobierno brasileño para ver si podemos ampliar de alguna forma, en estas negociaciones, el comercio bilateral.
Recordó que, cuando se firmó el ACE 55, la industria mexicana se vio obligada a remontar la balanza desfavorable, y poco a poco, en condiciones de igualdad, ha evolucionado, aunque ocho mil 200 millones de intercambio es “insuficiente” para las dos economías más grandes de América Latina.
Puntualizó que luego de los diálogos entre ambos países, incluido el que se dio entre los presidentes Rousseff y Calderón es posible que surja una opción que favorezca a ambas naciones.
Ferrari dijo que ha mantenido reuniones con las armadoras y sus asociaciones en México, los cuales ven esta situación como una inversión a futuro, dado que cada día se incrementan sus exportaciones de autos tanto a territorio brasileño, como a la región sudamericana en general. “Esto es importante para la integración de América Latina, y sí nos preocupa”, acotó.
