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Banxico debe tomar en cuenta la trayectoria ascendente de la inflación y la política de la FED de EU para cerrar el paso a una inflación de 7.50% en 2022.
Cristina Morales, directora de inversiones y análisis de la firma de corretaje Valores Mexicanos (Valmex), del grupo empresarial Bailleres, señala que el Banco Central mexicano debe considerar una trayectoria ascendente de la inflación, que entre 2021 y 2022 superó niveles de 7%, no vistos en dos décadas, dificultando el anclaje de las expectativas.
“Los niveles actuales de la tasa no son realmente restrictivos”, dijo Morales en una entrevista con Fortuna, cuando el mercado daba por descontado un alza de 75 puntos base (pb), a 7.75%, en la tasa referencial, lo que finalmente ocurrió, dividiendo las opiniones sobre si la comunicación de política del Banco de México (Banxico) había sido “hawkish” (restrictiva) o no.
Morales explicó que la postura de los funcionarios del Banxico encargados de formular la política monetaria del país está respondiendo a emparejar la tasa de fondeo con la inflación, en momentos en que se requiere una política más “hawkish” que permita generar una tasa real descontando la inflación, lo que todavía no sucede.
Alfredo Coutiño, director de Moodys Analytics contestó en Twitter a pregunta expresa que para que la política monetaria en México sea efectiva en el combate a la inflación, las condiciones deben estar por encima de la Neutralidad, que es lo que el experto atribuye a la política que se está ejerciendo hoy por los banqueros centrales; según el experto, con las condiciones de inflación vigentes, el país necesita un incremento de 10% “lo más pronto posible”.
“100 en agosto y otros 100 en septiembre. El efecto será doble: precios y peso”, respondió Coutiño en la red social respecto a lo que considera deben ser los aumentos de tasa en México el 11 de agosto y el 29 de septiembre próximos, cuando la Junta de Gobierno del Instituto Central realiza las dos siguientes reuniones de política, de un total de cuatro que restan durante 2022.
Más especialistas y el mismo Banco Central no ven que el espiral de precios en bienes, mercancías y servicios en México detenga su ímpetu al menos en el corto plazo; de hecho, el mismo Banxico elevó de 7% hasta 8.1% su expectativa de inflación del tercer trimestre, cuando la carrera de precios alcanzaría su punto máximo en el año.
Morales indicó que el pronóstico de Valmex es que la tasa de fondeo finalice en 9.25% al término de 2022, lo que se traduce en alzas de 75 pb para las siguientes dos reuniones, y de 50 pb hacia 2023, a fin de que la inflación el próximo año alcance niveles de 4.30%, todavía alejado del objetivo del Banco Central para entonces, cuando el Instituto marca una inflación de 3.20%.
Valmex ve una inflación sobre niveles de 7.16% al cierre de 2022.
Las proyecciones de la intermediaria bursátil adherida a Grupo Bal, uno de los conglomerados más grandes del país con intereses en los sectores comercial, de educación, y de seguros, entre otros, es tomando en cuenta que la inflación, después de alcanzar su pico entre julio y septiembre, comience a descender a partir del último tramo de 2022.
La especialista resalta que el mayor factor de incertidumbre para Valmex es la guerra en Ucrania por la influencia del elemento sorpresa de cualquier conflicto geopolítico y su repercusión en la tomad de decisiones.
La ruta de la carrera de precios que se registra en México desde finales de 2021, ahora con el efecto geopolítico y los nuevos confinamientos en China incorporados, dificulta el escenario para México, sostuvo Morales.
“(Es) un escenario de inflación complicado al tener dos años continuos con niveles de inflación similares, arriba de 7%, y que tienen mucho que ver con estos factores externos que están fuera de control del Banco Central”, resaltó.