Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 39 segundos
La economía mexicana replegará su dinamismo y desde el segundo trimestre comenzará a resentir los efectos de un dinero más caro.
Las cifras oportunas de la actividad económica de México refrendan la expectativa de que el país crecerá menos de lo previsto en 2022. Y que el 2023 no será diferente.
El Indicador Oportuno de la Actividad Económica, representada por los sectores Industrial y de Comercio y Servicios creció apenas 0.1% en mayo a tasa mensual, tras un repunte de 0.8% mensual en abril. Si bien el mercado anticipa que la economía mexicana crezca 1.8% durante 2022, hay economistas que ven un panorama más sombrío: el banco Paribas coloca el PIB en 1.2%, más en línea con el grupo de origen mexicano Invex, de 1.3%.
Un sondeo recabado ayer por el global Citibanamex donde participaron 34 firmas financieras arroja que el rango de los pronósticos del PIB para este año oscila entre el 1.2%, hasta el 2.3%.
Con las cifras del IOAE a mayo “el dinamismo local” abriría un paréntesis, encarando así las dificultades de las cadenas globales de valor ante la guerra en Ucrania y por los confinamientos en China, en momentos en que una inflación global desbordada genera una erosión en las bases del consumo.
“La economía mexicana todavía se encuentra 1.9% debajo de sus niveles prepandemia y 2.2% debajo de sus niveles precrisis (tomando como referencia el máximo de agosto de 2018), por lo que la pérdida del momentum podría retrasar los prospectos de recuperación y complicará el cálculo para la toma de decisiones en el frente de política monetaria”, mencionó en un escrito la dirección de análisis del grupo financiero Monex.
Mañana el Banco de México (Banxico) realizará su anuncio de política monetaria, donde el mercado está descontando un incremento histórico en la tasa de interés de 75 puntos base (pb) en una sola presentación, a niveles de 7.75%.
“En nuestra opinión –y de acuerdo con lo que apuntan los estimados– el ritmo de la actividad en el 2T22 (segundo trimestre) se moderaría. No obstante, lograría mantenerse positiva ante fundamentales sólidos y cierto dinamismo en la industria”, indicó por su parte el banco Banorte.
Durante abril, la economía del país sostuvo un buen desempeño por un buen ritmo del Sector Industrial, particularmente por la fortaleza en las actividades manufactureras; el Sector Comercial y de Servicios, a su vez, se mostró firme con mejores signos en ramos como el Turismo y entretenimiento ante la mayor movilidad por el avance del proceso de vacunación y ante el periodo vacacional de Semana Santa.
El viernes, se dará a conocer el comportamiento del Índice Global de la Actividad Económica (IGAE) de abril, y donde el consenso anticipa un crecimiento de 0.6% a tasa mensual con cifras desestacionalizadas, el doble de 0.3% de marzo, justificado en parte por el efecto calendario de la Semana Santa.
Las condiciones de la economía comenzaron a cambiar a partir de mayo pasado; “la industria puede resentir retos del exterior, detonando una mayor volatilidad en inventarios y cadenas de producción por disrupciones del comercio internacional.
“Además, creemos que las presiones inflacionarias podrían incidir en la recuperación de los servicios”, agregó Banorte.
En los primeros tres meses del año, la situación pintaba diferente: México vio un crecimiento económico de 1.8%, en comparación con igual periodo de 2021, en tanto que el progreso a tasa trimestral colocó en 1%.
Apenas ayer se confirmó que el PIB y las importaciones registraron crecimientos trimestrales de 1.0% y 2.5%, respectivamente, mientras que el consumo privado y la inversión fija avanzaron 3.4% y 2.2%, en cada caso, también a tasa trimestral.
Citibanamex señaló este miércoles que anticipa “una desaceleración de la actividad económica” en lo que resta del año, particularmente en materia de exportaciones.
Con todo, debido a que el consumo y el mercado laboral han exhibido un mejor desempeño respecto a sus previsiones de hace unos meses, la filial de Citi ajustó al alza su pronóstico de PIB de 2022, de 1.3%, parecido al de Invex, a 1.5%, o por debajo del consenso del mercado, de 1.8%.
Debido a un entorno de tasas de interés altas hasta el próximo año, el banco también rebajó en 2 puntos porcentuales (pp) sus proyecciones para la inflación, a 4%, para 2023 y en respuesta a un “entorno de menor crecimiento”. El pronóstico de inflación para el cierre de 2022 permaneció en 6.7%.
Al dar a conocer dos índices adelantados de la economía de metodología propia, el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) aseveró a principios de junio que los desafíos de la economía nacional y global se traducirán, hacia adelante, en inflaciones elevadas, riesgos geopolíticos, nuevas oleadas de Covid-19 y más afectaciones en las cadenas de suministro.
También te puede interesar: Selina inicia con un sólido desempeño su primer trimestre de 2022 en la Bolsa de Valores de Estados Unidos