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Complementando la postura, la subgobernadora Irene Espinosa aseveró que la tasa de interés real que se paga en México aún no es consistente con el proceso desinflacionario ni con lograr una convergencia de inflación en niveles de 3% para el primer trimestre de 2024.
La gobernadora del Banco de México (Banxico), Victoria Rodríguez, dijo el miércoles en una conferencia con medios que un incremento histórico de la tasa de interés del orden de los 75 puntos base está contemplada por su máxima instancia de decisión, la Junta de Gobierno, en línea con la meta de tener un ajuste ordenado en los precios de bienes y servicios, converger a una tasa inflacionaria de 3%, y anclar las expectativas de la inflación.
“…para nosotros ha sido muy importante mandar un mensaje que refleje el compromiso que tiene el Banco de México y cada uno de los miembros de la Junta en el combate a la inflación…eso implica, en caso de ser necesario, tener sobre la mesa un incremento superior a los que hemos estado teniendo”, aseveró en el evento, donde estuvieron presentes también los cuatro subgobernadores de la Junta del Instituto Central.
La funcionaria mencionó que la próxima reunión de política monetaria del 23 de junio incluirá “todas las variables que inciden en la inflación para determinar lo que resulte conducente”.
En la sesión de preguntas después de exponer los principales resultados del informe de inflación del Banco Central del primer trimestre, la subgobernadora Irene Espinosa, el único voto disidente y a favor de un alza de 75 puntos base (pb) sobre la tasa de interés de referencia en la más reciente reunión de política del 12 de mayo, explicó que su postura se fundamentó en una revisión consecutiva de una mayor proyección para la inflación en México, durante 11 ocasiones, lo que tiene impactos sobre las expectativas.
“…las expectativas pueden convertirse en una fuerza intrínseca de la inflación, pero sobre todo quisiera destacar que, por primera vez desde que tenemos la medición de las expectativas de inflación de largo plazo, desde el 2008, estas se incrementaron por encima de un nivel estable, que había estado en alrededor de 3.5%, y creo que ese es un signo que no debemos de soslayar, (pues) puede indicar el inicio de un desanclaje de las expectativas”, advirtió Espinosa.
En su reunión de política monetaria de mediados de este mes, tanto la gobernadora Rodríguez como los subgobernadores Gerardo Esquivel, Jonathan Heath y Galia Borja votaron a favor de un alza de 50 pb para la tasa de interés referencial, lo que finalmente sucedió con el resultado 4 a 1, llevando el indicador del costo del dinero en México de un 6.50% determinado en marzo, a 7%.
Espinosa afirmó a los medios que su decisión se basa en que la postura monetaria del Banco Central mexicano ha sido compensada tanto por una mayor inflación como por un deterioro de las expectativas y, “por lo tanto, la tasa de interés real no la hemos podido mover prácticamente, a pesar de todos estos movimientos”.
“Es decir, hoy en día tenemos una tasa de interés real que no es consistente para llevar el proceso desinflacionario y lograr la convergencia en el plazo en que opera la política monetaria”, advirtió el tono más “hawkish” o restrictivo entre los miembros de la Junta.
Adicionalmente, Espinosa sostuvo que hoy también prevalece un entorno de más incertidumbre y con condiciones externas más adversas ante un ciclo de normalización monetaria en el mundo, lo que hace que el balance de riesgos de la inflación esté sesgado al alza, y haya deterioro en el margen.
“…me parece que actuar con mayor firmeza, por un lado, y con mayor oportunidad para poder atender y lograr llevar la tasa real de interés a un nivel que sea consistente con la convergencia a la meta en el periodo en la que opera la política monetaria me parece que es la ruta prudente que deberíamos de tomar, y, por supuesto, también refuerza el compromiso del banco central de cumplir con nuestro mandato primordial de precios”.