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Se propone la creación del Instituto Nacional de Elecciones y Consultas que sustituirá al INE, eliminar los institutos electorales de los estados y desaparecer los diputados y senadores plurinominales.
El presidente Andrés Manuel López Obrador envió al Congreso de la Unión una iniciativa de reforma constitucional en materia político-electoral que denominó “Reforma Democrática” y que pretende modificar 18 artículos de la carta magna.
Con estos cambios, según se informó en la conferencia de prensa matutina, se busca hacer más barata la democracia mexicana y lograr horros por 24,000 millones de pesos.
El secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, hizo un resumen de la iniciativa donde explicó que se eliminarán los diputados plurinominales, se elegirán a los consejeros electorales, se reducirá el financiamiento a los partidos políticos, se establecerá el voto electrónico y se facilitará la participación de mexicanos en el exterior.
Ya en el detalle de la propuesta, Horacio Duarte, actual administrador general de Aduanas, anunció que se propone sustituir al Instituto Nacional Electoral (INE) con el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas. Los consejeros se reducirán de 11 a 7, serán postulados por los tres poderes de la Unión y votados por la población; el de mayor votación será el consejero presidente.
Todas las elecciones serían federalizadas, con lo que se desaparecen los tribunales y los organismos electorales de los estados.
En cuanto a la composición de las Cámaras, la propuesta comprende eliminar los legisladores plurinominales para que queden solamente 300 diputados, 96 senadores y, los congresos estatales, tengan entre 15 y 45 integrantes. Incluso se reducirían el número de regidores municipales.
El financiamiento público a los partidos, continuó Horacio Duarte, será solamente en periodos electorales y no durante todo el año, como ocurre actualmente.
Además, se propone establecer el voto electrónico para facilitar la logística y la instalación de centros de votación en las elecciones y facilitar la participación de los mexicanos que viven o se encuentran en el exterior.
En las leyes secundarias se definiría si se instalarían urnas electrónicas o la posibilidad de votar mediante el teléfono celular con una aplicación. Donde no haya Internet se mantendrá el voto tradicional.
“También hay una modificación en las definiciones de propaganda gubernamental, ampliando las excepciones para que las autoridades puedan difundir actividades relacionadas con servicios públicos y aquella que tenga que ver con informar sobre los procesos electorales”, comentó Duarte.
Esto último, seguramente, para que futuros gobiernos no tengan problemas para difundir la participación en procesos, como sucedió en la pasada consulta para la revocación de mandato.
Este será el segundo intento de López Obrador por concretar una reforma constitucional, luego de que fuera rechazada su iniciativa de reforma eléctrica. Todavía quedaría una tercera reforma, para que la Guardia Nacional quedé bajo la administración de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Por Raúl Castro-Lebrija