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Un adenovirus común pero que ahora tendría un impacto más grave en niños con un sistema inmunológico más debilitado por la falta de exposición a otros patógenos debido al confinamiento y otras medidas durante la pandemia, podrían ser la causa de los casos de hepatitis fulminante que se presentan en niños, de acuerdo con diversos medios y especialistas.
Aunque por ahora los científicos no descartan que la causa de la hepatitis detectada en niños de varios países de Europa y de Estados Unidos sea un virus aún no identificado, diversas fuentes señalan que durante la pandemia los niños dejaron de estar expuestos a patógenos, lo que podría haber afectado la respuesta de su sistema inmunológico.
El pasado 15 de abril la Organización Mundial de la Salud lanzó una alerta sanitaria ante los casos de hepatitis registrados en diferentes regiones de Europa y Estados Unidos. La preocupación de la organización se elevó cuando los niños afectados por esta enfermedad tuvieron que ser hospitalizados. Incluso, seis de los niños afectados tuvo que recibir un trasplante de hígado para poder sobrevivir ante el daño que sufrió por la inflamación.
El debate sobre una supuesta deuda de “inmunidad” a raíz de la pandemia comenzó a cobrar fuerza entre algunos analistas de este caso que encendió las aletas epidemiológicas en un momento en el que, tras dos años y varias oleadas de contagios, la pandemia por la proliferación del virus Covid-19 comienza a ceder.
En medio de la sindemia desatada por el Covid-19, la hepatitis fulminante o grave en niños pequeños se estudia ya en varios países para tratar de conocer su origen.
Un reporte publicado en el medio alemán Springer Medizin estableció que, luego de que, en el Reino Unido, las autoridades están reportando más casos de inflamación hepática en niños, sin detección del virus de la hepatitis, investigadores sugieren que los adenovirus pueden desempeñar un papel en este evento que ya preocupa a la comunidad científica internacional.
Los investigadores, según Springer Medizin, sospechan que el aumento de la incidencia de hepatitis aguda grave en los niños es una nueva variante del adenovirus o el resultado de la inmunonatividad debido a las restricciones de contacto en la pandemia. Así lo informó un equipo dirigido por Kimberly Marsh en The Public Health Scotland en Glasgow, Escocia.
Recientemente, numerosos casos de hepatitis aguda en niños de hasta 10 años de edad han ocurrido en el Reino Unido. Para el Viernes Santo, la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA) había reportado 74 casos (49 en Inglaterra, 13 en Escocia, los otros en Gales e Irlanda del Norte). Los virus de la hepatitis A-E no se detectaron en ninguno de los niños.
También en Alemania, pediatras e infectólogos piden reportar casos de hepatitis en niños con génesis poco clara.
Los científicos destacan que ninguno de los niños estaba vacunado contra el COVID-19, por lo que las autoridades descartaron una conexión con la vacunación contra el coronavirus. Todos los niños tenían signos claros de inflamación hepática aguda, incluyendo enzimas hepáticas elevadas (AST, ALT) y, a menudo, ictericia. Hasta el momento, seis niños han requerido un trasplante de hígado. No hubo muertes.
En “numerosos” casos, informa la Organización Mundial de la Salud (OMS), se han detectado infecciones por SARS-CoV-2 y/o adenovirus. Hay una mayor actividad de adenovirus en el Reino Unido. Las causas toxicológicas aún no se han identificado, pero se están investigando más a fondo. Según el equipo dirigido por Kimberly Marsh de Glasgow, el adenovirus se detectó a través de PCR en cinco de los 13 casos que informaron. Sin embargo, los resultados de algunos niños aún estaban pendientes en el momento de la publicación