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A partir de 2023 la economía mexicana sufrirá una desaceleración por debajo del 2% en el mediano plazo. Como resultado, agrega, “esperamos un crecimiento promedio de solo 0.3% durante el período 2019-2024”.
La calificadora internacional Moody´s Investors Service recortó su previsión de crecimiento económico de México para 2022 de 1.5% a 1.1%, lo que incorpora los efectos de la guerra en Ucrania, mientras que para 2023 presenta un rango de expansión entre 2% a 2.5 por ciento.
“Aunque los vínculos comerciales y financieros entre México y Rusia son limitados, esperamos que los precios más altos de las materias primas contribuyan a una mayor inflación en México, particularmente en términos de precios en los combustibles y alimentos”, agregó la agencia, que advierte que las limitaciones en las cadenas de suministro globales agravadas por el conflicto bélico “supondrían un riesgo a la baja adicional para la economía mexicana”.
Al presentar el jueves una actualización de sus pronósticos económicos, la agencia indicó que al término de 2022, México reportaría una inflación de 6.7%, por arriba de la del consenso de 5.7%, derivado de un entorno de altos precios en las materias primas, lo que se sostendría durante la primera mitad del año.
La presión en los niveles de precio, refiere, probablemente impactará el consumo privado de los hogares mexicanos en medio de un ciclo de alzas en las tasas de interés iniciado por el Banco de México para sostener sus objetivos de política monetaria y la inflación a raya, lo que también afectará el crecimiento durante el año.
A partir de 2023 la economía mexicana sufrirá una desaceleración por debajo del 2% en el mediano plazo. Como resultado, agrega Moody´s “esperamos un crecimiento promedio de solo 0.3% durante el período 2019-2024”.
“Una más inflación alta y una política monetaria más restrictiva afectarán el perfil crediticio de México más allá del efecto probable sobre el crecimiento económico en 2022”, resalta.
El factor subsidio
La agencia de riesgos crediticios recuerda que, a diferencia de la mayor parte de América Latina, en México los precios de los alimentos han estado aumentando de manera más acelerada que los del transporte, por un esquema que reduce el impuesto que grava a los combustibles.
“Además, aunque los altos precios del petróleo probablemente beneficiarán las finanzas del sector público no financiero ya que Pemex recibe mayores ingresos por sus exportaciones de petróleo, la reducción en los impuestos a los combustibles y los subsidios potencialmente provistos por el gobierno federal afectarán el balance fiscal en 2022”.
Moody´s espera que la publicación de los PreCriterios de Política Económica de 2023, a darse a conocer este viernes, arroje “algo de luz” sobre los estimados de indicadores macroeconómicas y medidas fiscales correspondientes a 2022.
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