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El global BBVA dijo que revisó a la baja sus estimados de crecimiento económico de México para este año en 100 puntos base, de 3.2% a 2.2%, a consecuencia de la debilidad inercial de 2021, la prolongación de cuellos de botella en las cadenas de suministro y ante una política monetaria más restrictiva, con tasas de interés al alza y con afectación directa en el consumo de los mexicanos.
El grupo financiero también revisó a la baja sus expectativas de 2021, con un original de +6%, hasta un nivel de +5.3%, después de que la economía mexicana se desplomó -8.1% durante 2020 ante la mayor crisis económica y sanitaria en décadas desatada por la Pandemia Covid-19.
“Es importante notar que la recuperación en México ha sido más lenta que en otros países latinoamericanos comparables; aún persiste holgura en la actividad económica, que permanece 3% por debajo de su nivel pre-pandemia”, destaca, en el documento “Situación México” del primer trimestre de este año.
Los riesgos a la baja en sus expectativas toman en cuenta también el avance de Ómicron.
BBVA México anticipa que la inflación subyacente, aquella que explica cerca del 61% de la inflación general, continúe con una tendencia alcista durante el primer trimestre de 2022, con una lenta desaceleración respecto al indicador central.
Lo anterior traerá como consecuencia que el Banco de México (Banxico) incremente la tasa de política monetaria hasta alcanzar niveles de 7% al término del año, agrega.
El extracto “Panorama retador para la economía mexicana en 2022 por contagios, alta inflación y mayores tasas de interés” de BBVA señala que después de 23 meses de haber iniciado el
confinamiento por el Covid-19, el mercado laboral continúa con “señales de debilidad y empeoramiento de las condiciones generales”.
“Otro factor es el bajo nivel de inversión, importante determinante de la creación de empleos”, resaltó.
La inversión se encuentra 15% por debajo de sus niveles de enero de 2019, justo en el traspaso de la presidencia de la República, que hoy encabeza Andrés Manuel López Obrador. BBVA atribuyó el estancamiento a los cuellos de botella y a la “incertidumbre política”.
La firma financiero global recordó que el INEGI revisó a la baja las tasas de crecimiento de enero a septiembre de 2021, donde los servicios de apoyo a los negocios reportaron un declive de -50.8% a tasa trimestral, durante el tercer trimestre.
El Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), clave para entender la trayectoria del PIB mexicano, reportó en noviembre un avance de 0.3% a tasa mensual, inferior al resultado de un indicador oportuno que apenas la semana anterior indicaba un progreso de 0.6 por ciento.
Con un tercer trimestre negativo, de -0.4% a tasa trimestral, una minusvalía en el cuarto trimestre significaría que la economía, técnicamente, ha caído en recesión, ante dos trimestres consecutivos a la baja.
“Un elemento a señalar es que, a pesar de la reforma para eliminar el outsourcing, todavía esperábamos un ajuste estacional negativo en el empleo en diciembre de 2021 de alrededor de (-)319 mil empleos, el cual prácticamente se materializó con (-)313 mil empleos de acuerdo a cifras del IMSS”, dijo.
Con base en el nuevo escenario de crecimiento económico, BBVA revisó también a la baja la estimación de empleo, con 618,000 nuevos puestos de trabajo generados durante 2022.
Otras firmas financieras privadas, como el grupo financiero Monex, han anunciado también que reducirán sus proyecciones de crecimiento del país para este año; en su caso, de +2.70% hasta niveles de 1.50 por ciento.