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Los integrantes de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) indicaron que las presiones inflacionarias globales e internas continúan afectando a la inflación anual general y subyacente del País.
La mayoría mencionó que en noviembre de 2021, la inflación general anual alcanzó su nivel más alto desde enero de 2001, al tiempo que destacó que más de la mitad de los genéricos que conforman el índice nacional de precios al consumidor (INPC) crecen a tasas superiores al 5 por ciento.
Entre los riesgos al alza para la inflación, la mayoría destacó las presiones inflacionarias externas y el hecho de la profunda integración económica con Estados Unidos, por lo que una mayor inflación de ese país ha contribuido al repunte de la inflación en México.
“Algunos mencionaron las presiones de costos, una depreciación cambiaria y aumentos de precios de energéticos”, de acuerdo con las actas. Algunos señalaron también los efectos del incremento reciente al salario mínimo”, destacan las actas de la última reunión de política monetaria del Banco Central mexicano de 2021, la última también presidida por el hoy exgobernador Alejandro Díaz de León.
La mayoría de los funcionarios del Instituto indicó que el balance de riesgos con respecto a la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico se ha vuelto a deteriorar y se mantiene al alza.
Como se dio a conocer el 16 de diciembre pasado tras la reunión de política monetaria, todos los integrantes de la junta mencionaron que las expectativas de las inflaciones general y subyacente para 2021, 2022 y para los próximos 12 meses volvieron a incrementarse, así como las de mediano plazo.
Presión en 2022
Bajo estas condiciones, el grueso de sus miembros destacó que las expectativas correspondientes al cierre de 2022 ya se encuentran por encima del límite superior del rango objetivo.
Las de largo plazo se han mantenido estables en niveles superiores a la meta por lo que la mayoría indicó que se prevé que sus mediciones anuales disminuyan en mayor medida a partir de un año y que converjan a la meta de 3% hacia finales del horizonte de pronóstico.
Respecto a la trayectoria de la inflación subyacente, aquella que explica el 61% del índice general, la junta reconoce que enfrentó presiones en los precios de las mercancías y un repunte en los de los servicios.
Algunos subrayaron que el componente subyacente acumuló 12 incrementos mensuales consecutivos en noviembre mientras que algunos además notaron que la inflación subyacente anual en noviembre de 2021 fue la mayor en 20 años
Vivienda y alimentos al alza
La mayoría mencionó que los precios de las mercancías han reaccionado al incremento de los precios internacionales y a las disrupciones de los procesos productivos. Algunos sostuvieron que las presiones en mercancías han seguido intensificándose tanto en las alimenticias, como en las no alimenticias.
Algunos señalaron la variación en los precios de los servicios sigue repuntando, alcanzando niveles cerca de 4%, presionados por aquellos distintos a educación y vivienda.
Uno de los funcionarios del Banxico añadió como riesgo las presiones que aún se observan en los precios de las materias primas, de los alimentos y de los precios al productor, a lo que se suma la volatilidad cambiaria.