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Las acciones y personal del INECC pasarán a la Semarnat, mientras que las labores del IMTA serán absorbidas por la Comisión Nacional del Agua, confirmó la dependencia.
Tan solo un día después del anuncio hecho por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) confirmó la desaparición del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) y del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA).
En la conferencia de prensa matutina de ayer jueves, López Obrador adelantó que el INECC sería integrado a la Semarnat, ya que estos organismos autónomos solo habían servido para el dispendio y el desvío de recursos de actividad realmente esenciales como el combate a la pobreza.
Añadió que la estrategia de su gobierno contra el cambio climático consiste en no exportar petróleo crudo y en extraer solo lo necesario para el consumo nacional de combustibles.
La mañana de este viernes, la Semarnat emitió un comunicado donde confirma que llevó a cabo “un análisis minucioso” donde identificó “la complementariedad de responsabilidades entre la Semarnat y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), así como entre el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua)”.
“Asimismo —añadió— se reconoció la falta de vinculación y coordinación entre las políticas públicas establecidas y las acciones diseñadas para su implementación”.
“Cabe destacar que en ambos casos, se respetarán los derechos laborales de los trabajadores, y las oficinas, laboratorios y demás instalaciones de estos organismos no tendrán cambio alguno”, advirtió la dependencia
Pese a desaparecer ambos institutos, la Semarnat señaló que “desde esta secretaría, se avanza firmemente en la defensa de la naturaleza, la vida y el territorio, por ello reivindicamos la puesta en marcha de acciones climáticas reales a nivel territorial que nos permitan avanzar en la reducción de emisiones de efecto invernadero, en la generación y uso de energía, en el transporte, la agricultura, en el resguardo de los bosques y las selvas, en los procesos industriales y en la reducción de residuos, al tiempo que se construye una adecuada conservación y aprovechamiento de recursos hídricos, pesca, acuacultura, ecosistemas y biodiversidad”.
Asimismo, “nuestro país ha suscrito acuerdos internacionales y su cumplimiento es tarea clave, por ello se continuará con el cuidado del territorio y sus bienes naturales para garantizar que las generaciones futuras puedan recibir esta herencia”.
Por Raúl Castro-Lebrija