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Standard & Poor’s redujo la calificación de Estados Unidos a perspectiva negativa, tanto en de largo plazo comode corto, mismas que mantendrá en observación durante los próximos 90 días, cuando podrá colocarla en default selectivo (SD), debido a que es creciente la posibilidad de incumplimiento. Por lo que exigió un acuerdo político inmediato.
La calificadora estimó que el debate político en Estados Unidos sobre la “política fiscal y la cuestión relacionada con el límite máximo de deuda del gobierno, en nuestra opinión, sólo se ha vuelto más enredado. A pesar de meses de negociaciones, las dos partes siguen en desacuerdo sobre cuestiones fundamentales de política fiscal. En consecuencia, creemos que existe un riesgo creciente de un estancamiento para elevar el techo de la deuda más allá de cualquier acuerdo de corto plazo”.
Como consecuencia, “podríamos bajar las calificaciones de Estados Unidos en los tres meses, en uno o dos rangos, si llegamos a la conclusión de que el Congreso y la administración no han logrado una solución creíble a la creciente carga de la deuda pública.”, informó.
Bajo la definición de la calificadora, la clasificación SD se refiere a una situación en la que el emisor, el gobierno federal en este caso, ha incumplido alguna de sus obligaciones de deuda, sin dejar de estar corriente en sus obligaciones de deuda.
Explica que el Tesoro, para conservar efectivo y evitar el incumplimiento en ausencia de un acuerdo para elevar el techo de la deuda, entonces el gobierno está obligado a someterse a una contracción súbita y planeación fiscal, el efecto será perjudicial y de larga duración sobre la confianza del consumidor, la confianza del mercado y, por tanto, el crecimiento económico.
Si el gobierno no hace un pago programado de la deuda, creemos que el efecto sería aún más significativo y, bajo nuestro criterio, se traduciría en reducción de las calificaciones a largo y corto plazo para Estados Unidos a rango SD hasta el pago por defecto se restablezca.
Esperamos que la trayectoria de la deuda a seguirá aumentando en el mediano plazo si no hay un acuerdo de un plan de mediano plazo de consolidación fiscal de 4 mil millones de dólares; por lo tanto para que Estados Unidos recupere su calificación se requiere que el Congreso y la administración aprueben y mantengan un plan para lo que resta de la década actual.
Standard & Poor’s señaló que no emite comentarios sobre la combinación de medidas de gasto y los ingresos que el Congreso y la administración podrían establecer, pero considera que para para que cualquier acuerdo que sea creíble, sería necesario el apoyo de los líderes de ambos partidos políticos.
Además se refiere al debate político estadounidense durante una década se ha centrado en la necesidad de la consolidación fiscal a mediano plazo. Por lo que, creemos que la imposibilidad de llegar a un acuerdo ahora podría indicar que un acuerdo no se alcanzará por varios años más.
De ahí que, señala, nuevos retrasos en la ampliación del límite de la deuda podría llevarnos a la conclusión de que el incumplimiento es más posible de lo que se pensaba. “Si es así, se podría reducir la calificación a largo plazo del gobierno este mes”.
“Todavía creemos que el riesgo de un incumplimiento de pago de las obligaciones de la deuda pública de Estados Unidos como resultado de no elevar el techo de la deuda es pequeña, aunque creciente”, dijo.