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Las minutas del Banco de México dadas a conocer este jueves consignan que el máximo órgano del Instituto, su Junta de Gobierno, consignó que en las próximas decisiones de política monetaria, evaluará los factores que inciden en la trayectoria prevista para la inflación y en sus expectativas, con una meta de 3%.
“Ello, a fin de que la tasa de referencia sea en todo momento congruente con la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta de 3% en el plazo en el que opera la política monetaria, propiciando un ajuste adecuado de la economía y de los mercados financieros” expuso.
Con precios al consumidor que desbordaron en septiembre, llevando al crecimiento de la inflación a un 6%, la mayoría de los integrantes de la Junta de Gobierno del Banco Central determinó un aumento de la tasa de fondeo a 4.75%, con excepción del subgobernador Gerardo Esquivel que votó a favor de mantener el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día en 4.50%.
En su reunión de Política Monetaria del pasado 30 de septiembre, 4 de los 5 integrantes de la Junta de Gobierno se decidieron por incrementar en 25 puntos base la tasa de fondeo que dicta el costo del dinero en el País.
En sus minutas, el Banco Central dice que la mayoría de los miembros de la Junta de Gobierno señaló que, por la diversidad, magnitud y el extendido horizonte en el que los choques han afectado a la inflación, esto puede implicar riesgos para la formación de precios y las expectativas de inflación, de acuerdo con las minutas.
A fin de evitar dichos riesgos consideró necesario reforzar la postura monetaria, ajustándola a la trayectoria que se requiere para que la inflación converja a su meta de 3% en el horizonte de pronóstico.
Un miembro consideró que, dada la naturaleza transitoria y exógena del proceso inflacionario, una postura monetaria menos acomodaticia sería ineficiente ya que no resuelve los problemas que dan origen a la inflación actual, como el aumento en los precios de las materias primas y los problemas en las cadenas de suministro.
Otro miembro destacó que con el fin de evitar un deterioro en las expectativas de inflación se han recomendado decisiones prudentes, predecibles y que fueran bien comunicadas.
Ese mismo integrante enfatizó que es importante diferenciar un reforzamiento de la política monetaria de un ciclo alcista de tasas, toda vez que la economía mexicana cuenta con una mejor posición macroeconómica que otras economías similares, que los estímulos fiscales y monetarios en México fueron acotados y que se mantiene una amplia holgura.
Por su importancia, se da a conocer la razón del voto del subgobernador Gerardo Esquivel:
Considero que aumentar la tasa de interés en esta coyuntura es inefectivo e ineficiente. Es inefectivo porque una mayor tasa no resuelve los factores que originan las presiones inflacionarias: aumento en precios internacionales de los insumos y disrupciones en las cadenas de suministro.
Es ineficiente porque el aumento sí podría afectar a la economía en varias dimensiones: consumo, inversión, crédito y finanzas públicas.
Además, el aumento reduce el espacio futuro para cuando la Reserva Federal inicie el proceso de normalización de sus tasas. Anticiparse demasiado a este proceso, podría implicar que en el futuro la tasa deba llevarse a un terreno muy restrictivo para no afectar la postura relativa. Finalmente, el aumento también podría ser contraproducente.
Aumentos continuos podrían interpretarse como señales de que la inflación tiene un carácter permanente. Esto podría afectar las expectativas y al proceso de formación de precios.
De hecho, del primer aumento a la fecha, las expectativas de corto plazo no han hecho sino aumentar, por lo que el objetivo buscado no se ha alcanzado.
Así, cabría preguntarse si no sería mejor una política comunicativa que explicara con claridad la naturaleza del choque inflacionario actual, en vez de responder mecánicamente con aumentos continuos de tasas.