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El pasado 4 de octubre ante el Subcomité para la Protección de los Consumidores, Seguridad de Productos y Seguridad de Datos, la ex empleada de Facebook, Frances Haugen, suplicó al Poder Legislativo de ese país que intervenga para detener las estrategias, algoritmos y herramientas que utiliza Facebook para manipular a las audiencias creando polarización y poniendo en riesgo a jóvenes, a niños y a niñas.
Haugen aportó documentos al Subcomité que encabeza el senador Richard Blumenthal que demostraría las malas y peligrosas prácticas en las que incurre Facebook.
Investigaciones recientes del Wall Street Journal revelaron información preocupante sobre cómo Instagram afecta a los adolescentes, cómo maneja a los niños en la plataforma y otros asuntos de protección al consumidor relacionados con Facebook. La audiencia ante ese Subcomité del Senado brindó a Haugen la oportunidad para que, como denunciante de Facebook, discuta su perspectiva y experiencia con los legislados, incluido cómo actualizar las regulaciones de privacidad de los niños y otras leyes para proteger a los consumidores en línea.
Hasta ahora, las autoridades en México como el IFETEL no se han pronunciado sobre este testimonio. En febrero pasado, el senador Ricardo Monreal advirtió sobre la necesidad de regular Facebook en México ante el caos que generan las redes sociales con la difusión de desinformación, infodemia y contenidos que incitan a la violencia, odio, pornografía y terrorismo.
En sus primeras palabras ante el Subcomité el pasado 4 de octubre, Haugen agradeció la oportunidad de comparecer así como el interés en enfrentar una de las amenazas más urgentes al pueblo estadounidense, a los niños y niñas y el bienestar de Estados Unidos, así como a las personas y naciones de todo el mundo.
Frances Haugen realató que solía trabajar en Facebook y que se unió a esa empresa porque consideraba que Facebook tenía el potencial de sacar lo mejor de nosotros. Sin embargo, explicó las razones de su decisión de comparecer ante el Poder Legislativo de su país:
“Estoy aquí hoy porque yo creo que los productos de Facebook dañan a los niños, avivan la división, debilitan nuestra democracia y mucho más. El equipo y liderazgo de la empresa conoce formas de hacer que Facebook y Instagram sean más seguros pero no hará los cambios necesarios porque han antepuesto sus inmensos beneficios ante la gente. Se necesita la acción del Congreso. No se puede resolver esa crisis sin su ayuda”, les dijo a los legisladores.
Para Haugen, las redes sociales tienen el potencial de enriquecer nuestras vidas y nuestra sociedad. “Podemos tener redes sociales que disfrutemos, unas que saquen lo mejor de la humanidad. La Internet ha permitido que personas de todo el mundo reciban y compartan información e ideas en formas nunca antes concebidas. Y aunque Internet tiene el poder de conectar una sociedad cada vez más globalizada, sin un desarrollo cuidadoso y responsable, la Internet puede dañar tanto como ayuda”, aseguró.
Haugen explicó que ha trabajado como gerente de producto en grandes empresas de tecnología desde 2006, incluyendo Google, Pinterest, Yelp y Facebook. Su trabajo, precisó, se había centrado en gran medida en algoritmos, en productos como la búsqueda de Google y los sistemas de recomendación como el que impulsa la sección de noticias de Facebook.
Trabajando en cuatro grandes empresas tecnológicas que operan de forma diferente en diversos tipos de redes sociales, pudo comparar y contrastar cómo cada empresa se acerca y se enfrenta a diferentes desafíos. Las decisiones tomadas por los directivos de Facebook es un gran problema: para los niños, para la seguridad pública, para la democracia. Esa fue la razón, dijo, por la cual se presentó ante el Senado de su país. Fue aún más contundente: “Y seamos claros: no tiene por qué ser así, éste no debe ser el camino. Estamos aquí hoy debido a elecciones deliberadas que ha tomado Facebook”.
Y continuó con su exposición de motivos: “Me uní a Facebook en 2019 porque alguien cercano a mí se radicalizó en línea. Me sentí, entonces, obligada a tomar un papel activo en la creación de un Facebook mejor y menos tóxico. Durante mi tiempo en Facebook, primero trabajando como gerente de producto líder para Civic Misinformation y más tarde, en Counter-Espionage, ví que Facebook se enfrentaba repetidamente a conflictos para decidir entre sus propios beneficios y nuestra seguridad”.
Facebook, relató, resolvió constantemente esos conflictos a favor de sus propios beneficios. El resultado ha sido un sistema que amplifica la división, extremismo y polarización socavando sociedades en todo el mundo. En algunos casos, esta peligrosa charla en línea ha llevado a una violencia real que daña e incluso mata gente. En otros casos, su máquina de optimización de ganancias está generando autolesiones y el odio a sí mismos, especialmente para los grupos vulnerables, como las adolescentes. Estos problemas han sido confirmado repetidamente por la propia investigación interna de Facebook.
No se trata simplemente, agregó de que algunos usuarios de las redes sociales estén enojados o inestables. Facebook se convirtió en una empresa de $ 1 trillón de dólares (el valor de Facebook está calculado en cas 66,000 millones de dólares) al pagar sus ganancias con nuestra seguridad, incluida la seguridad de nuestros hijos. Y eso es inaceptable, advirtió Haugen.
“Creo que lo que hice fue correcto y necesario para el bien común, pero sé que Facebook tiene recursos infinitos, que podría usar para destruirme. Me adelanté porque reconocí una verdad aterradora: casi nadie fuera de Facebook sabe lo que sucede dentro de Facebook. El liderazgo de la empresa mantiene información vital de público, el gobierno de los EE. UU., sus accionistas y los gobiernos de todo el mundo.
“Los documentos que he proporcionado demuestran que Facebook nos ha engañado repetidamente sobre lo que revela su propia investigación sobre la seguridad de los niños, su papel en la difusión y mensajes polarizantes, y mucho más”
Agradeció la seriedad con la que los miembros del Congreso y la Comisión de Bolsa y Valores se acercan estos asuntos pues la gravedad de esta crisis exige que salgamos de los marcos regulatorios anteriores.
Los ajustes a las protecciones de privacidad obsoletas o los cambios a la Sección 230 no serán suficiente, advirtió. “El meollo del problema es que nadie puede entender la destructividad de Facebook. Opciones mejores que Facebook, porque sólo Facebook puede mirar debajo del capó, aseguró.
Para Haugen, el punto de partida fundamental para una regulación eficaz es la transparencia: acceso total a los datos para investigación no dirigida por Facebook. Sobre esta base, podemos construir reglas sensatas y estándares para abordar los daños al consumidor, contenido ilegal, protección de datos, prácticas anticompetitivas, sistemas algorítmicos y más.
Sin embargo, mientras Facebook opere en la oscuridad, no es responsable ante nadie. Y lo hará seguir tomando decisiones que vayan en contra del bien común. Nuestro bien común.
Recordó que en Estados Unidos cuando se dieron dimos cuenta de que las empresas tabacaleras estaban ocultando los daños que causaba, el gobierno tomó medidas. Cuando se dieron cuenta de que los coches eran más seguros con cinturones de seguridad, el gobierno tomó medidas. Y hoy, el gobierno está tomando medidas contra empresas que ocultaron pruebas sobre los opioides.
“Les imploro que hagan lo mismo aquí”, al insistir sobre la importancia de vigilar a Facebook y exigir el cambio de sus prácticas.
En este momento, Facebook elige qué información ven miles de millones de personas, dando forma a su percepción de la realidad. Incluso aquellos que no usan Facebook se ven afectados por la radicalización de las personas que lo hacen. Una empresa con control sobre nuestros pensamientos más profundos, los sentimientos y comportamientos necesitan una supervisión real.
Sin embargo, el diseño cerrado de Facebook significa que no tiene supervisión, incluso desde su propia Supervisión. Sólo Facebook sabe cómo personaliza tu perfil, lo alimenta para tí, se esconde detrás de muros que mantienen la mirada lejos de investigadores y reguladores.
Cuando las empresas tabacaleras afirmaron que los cigarrillos con filtro eran más seguros para los consumidores, era posible que los científicos pudieran invalidar de forma independiente ese mensaje de marketing y confirmar que, de hecho, una mayor amenaza para la salud humana estaba en ciernes. Pero hoy en día no podemos hacer que este tipo de evaluación de Facebook. Tenemos que confiar en lo que Facebook dice que es cierto, y ellos han demostrado repetidamente que no merecen nuestra fe ciega
Esta incapacidad para ver los sistemas reales de Facebook y confirmar lo que hace Facebook, es preocupante, insistió. Imagínense, sugirió, si ningún regulador pudiera viajar en un automóvil,
inflar sus ruedas, hacer una prueba de choque de un automóvil o incluso saber que los cinturones de seguridad pueden existir.
Los reguladores de Facebook pueden ver algunos de los problemas, pero no saben qué los está causando y, por lo tanto, no puede elaborar soluciones específicas. Ni siquiera pueden acceder a los propios datos de la empresa sobre la seguridad de los productos, y mucho menos realizar una auditoría independiente. ¿Cómo se supone que el público debe evaluar si Facebook está resolviendo los conflictos de intereses de alguna manera? ¿Cómo saber que está alineado con el bien público si no tiene visibilidad ni contexto sobre cómo Facebook realmente funciona?
“Esto debe cambiar”, aseguró.
Facebook quiere que creas que los problemas de los que estamos hablando no tienen solución. Quieren que creas en decisiones falsas. Quieren que creas que debes elegir entre conectarse con sus seres queridos en línea y su privacidad personal. Que para compartir fotos divertidas de sus hijos con viejos amigos, también debes estar inundado de desinformación. Quieren que creas que esto es sólo una parte del trato.
“Estoy aquí para que sepas que eso nos es cierto. Estos problemas tienen solución. Más seguro, más agradable las redes sociales son posibles. Pero si hay algo que espero que todos se lleven de estas revelaciones es que Facebook elige las ganancias por encima de la seguridad todos los días y sin acciones concretas esto continuará”, indicó.
“El Congreso puede cambiar las reglas que sigue Facebook y detener el daño que está causando. Me presenté, con un gran riesgo personal, porque creo que todavía tenemos tiempo para actuar. Pero debemos actuar ahora”, concluyó.
Un día después de este testimonio, Facebook, Instagram y Whatsapp sufrieron un colapso de varias horas. El gigante de las redes sociales atribuyó la suspensión de operaciones a “cambios de configuración de los rúters que coordinan el tráfico internet entre nuestros centros de datos”.