Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 16 segundos
En momentos en que se discute la reforma constitucional en materia eléctrica y su impacto en los flujos de inversión, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) consideró que la Inversión Extranjera Directa (IED) es fundamental para que México supere la crisis pos-pandemia.
Los flujos de recursos provenientes del exterior, detalló, son necesarios, particularmente, para promover la creación de empleos formales y reactivar la actividad económica.
Al participar en el foro “Medir la calidad en la Inversión Extranjera Directa: desafíos y oportunidades”, organizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, explicó que en 2020, las entradas de IED en la región cayeron 34.7 por ciento.
En tanto, en el primer semestre de 2021 —considerando siete de los principales países receptores—, las entradas de IED se recuperaron de la caída del año pasado, pero esta recuperación no es suficiente para superar los impactos de la contracción.
“La IED en la mayoría de los países de América Latina y el Caribe no ha impulsado cambios sustanciales en la estructura productiva de la región, porque esta no se ha interrelacionado con aquellas vinculadas a la producción en desarrollo”, advirtió
La secretaria ejecutiva de la CEPAL comentó además que ese organismo ha realizado diversos estudios sobre los impactos de las inversiones provenientes de países específicos.
Por ejemplo, ha identificado que las inversiones de la Unión Europea han apoyado el crecimiento de industrias estratégicas, como el sector de las energías renovables en América Latina. También se ha constatado que las inversiones provenientes desde China han estado concentradas en las industrias extractivas y en la energía.
“Los resultados obtenidos por más de una década subrayan la necesidad de repensar el rol de la IED en la promoción de un crecimiento con mayor igualdad social y sostenibilidad ambiental. La pandemia resaltó esta necesidad, dado que los flujos de IED son escasos, y es más importante que nunca que estos apoyen actividades que permitan un desarrollo sostenible de largo plazo”, señaló.
Por Raúl Castro-Lebrija