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Un ejercicio anual global presentado por la consultoría en asesoría legal y fiscal EY revela que el Barómetro de Divulgación de Riesgos Climáticos Globales 2021, que mide las acciones de las organizaciones empresariales en la materia, no incluye a México en sus consideraciones de América Latina, donde, de hecho, solo figura Brasil.
México requiere avanzar en la incorporación de las recomendaciones, en términos de cobertura y calidad, asevera la consultoría global en las conclusiones de su investigación.
“Brasil tiene un alto desempeño dentro de la Región de América Latina gracias al fuerte papel de su sector financiero por impulsar el clima en su agenda.
“Es probable que esto continúe, particularmente porque el Banco Central de Brasil ha puesto una regla inspirada en el Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con el Clima (TCFD, por sus siglas en inglés) para regular el riesgo climático y su incorporación y divulgación en una consulta pública para el 2030”, arroja.
En el caso de México, el estudio incluye el análisis de las divulgaciones climáticas de 20 organizaciones empresariales, donde se encontró que, en promedio, las compañías que operan en el País presentan una cobertura del 64% de la información recomendada por el TCFD, mientras que la media de calidad de la información reportada recibe una calificación de 29 por ciento.
En el apartado gráfico “resultados por mercados” se indica que el Sector Corporativo de América Latina está en el tercer bloque de cumplimientos, junto con Europa del Sur, Irlanda y Europa del Centro y del Este.
El primer estatus de cumplimento lo representa Estados Unidos, Gran Bretaña, Japón y Sudáfrica; el segundo, Europa del Norte y del Oeste, Canadá, Corea del Sur y Oceanía. El último y cuarto bloque de cumplimiento está representado por Asia del Este y Sur, India, China y Medio Oriente.
En cobertura de los lineamientos, el tercer bloque, donde figura América Latina, presenta un rango de cumplimiento que va de un 56% a un 64%, siendo el puntaje más bajo para Europa del Centro y del Este, y, el más alto, de 64%, para América Latina.
Sin embargo, en materia de calidad del cumplimento, los rangos son más bajos y van de 25% a 43%, donde el más bajo corresponde a Irlanda, y el más alto a Europa del Sur. El Sector Corporativo de América Latina tiene una puntuación de calidad en el cumplimiento de los criterios que incluye el Barómetro de 29 por ciento.
El análisis arroja que el Sector Financiero tiene una cobertura total del 62%, y de calidad de 37%, mientras que la cobertura de los No Financieros es del 72%, y 44%, en cada rubro, respectivamente.
Crece, sin despegar
De acuerdo con los datos divulgados el 70% de las recomendaciones de divulgación financieras relacionadas con el clima han sido incorporadas por las empresas a nivel global. El estudio incluyó el monitoreo de 1,100 empresas en 42 países.
“Sin embargo”, resalta “el puntaje de calidad promedio fue solo del 42% de la máxima puntuación posible en las 11 recomendaciones (del Barómetro)
“Casi el 50% de las empresas tienen una cobertura del 100%, pero solo el 3% recibió una puntuación del 100% en calidad”, resalta EY sobre los resultados globales promedio.
La investigación asevera que si bien hay un nivel de activismo entre los accionistas de las compañías de incorporar medidas favorecedoras a la preservación del clima, aún se está a la mitad del camino.
“En promedio, los puntajes de rendimiento más altos para las compañías están ligados a la madurez de los mercados, en los que los gobiernos, accionistas, inversionistas y reguladores locales están activos.
“Por ejemplo, esto incluye a compañías ubicadas en países como Reino Unido, Francia, Alemania, Estados Unidos, Australia, Sudáfrica y Japón”, resalta.
En el reverso de la moneda, los mercados con puntajes de rendimiento más bajos son China, Sudamérica y el sudeste de Asia.
“En este contexto, en términos de calidad, la brecha entre los mercados con rendimiento más alto y más bajo es de 50 puntos.
“Esto refleja la falta de enfoque sobre los riesgos y las oportunidades climáticas por parte de las empresas y los reguladores del mercado en estos países, a pesar de la alta intensidad de carbono de sus economías”, advierte.