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La inversión en México —tanto la privada como la extranjera— se encuentra estancada desde el año 2016 cuando Donald Trump ganó la presidencia de los Estados Unidos.
Y, si no se corrige esta situación, el país corre el riesgo de tener un nivel de crecimiento peor a la registrado en las últimas dos décadas “que ya era muy mediocre”.
Esa la conclusión a la que llega un informa del grupo financiero BBVA, titulado “Cómo va la inversión en México”.
De acuerdo con el documento, “después de crecer a tasas de doble dígito por varios años, la inversión en México se frenó en 2016 cuando Donald Trump ganó la elección presidencial en Estados Unidos con un retrógrado discurso proteccionista y mercantilista, antagonizando a todos sus socios comerciales pero en particular a México”.
Donald Trump “amenazó con romper el acuerdo comercial de América del Norte, a pesar de abundantes evidencias de que éste ha resultado en una creación neta de empleos y que no ha restado al crecimiento de Estados Unidos”.
“La incertidumbre en torno a lo que pudiese ocurrir con las relaciones económicas entre ambos países resultó en que la inversión en México no creciera entre 2016 y 2018”, detalló.
Más tarde, con la pandemia de Covid-19, “la economía se contrajo 8.5% mientras que la inversión privada cayó 20%, caída —esta última— antecedida de un periodo de debilitamiento”.
Además “ya en 2019, una serie de medidas que generaron incertidumbre acerca del compromiso del entonces nuevo gobierno con el Estado de Derecho y con el respeto de las reglas del juego una vez empezado el partido, resultaron en que la inversión no solamente no aumentara, sino que cayera en 2019. De esta manera, hoy la inversión en nuestro país está 5% por debajo del nivel pre-pandemia y 13% por debajo del nivel de enero de 2019”.
El estancamiento se ha dado desde 2016, tanto en la inversión nacional como en la inversión extranjera directa. que no ha vuelto a alcanzar los niveles que tuvo en 2015 cuando ascendió a 35,400 millones de dólares.
“Si no se logra revertir esta tendencia en la inversión, el país tendrá una senda de crecimiento económico todavía peor a la observada en las últimas dos décadas, que ya era muy mediocre”, advierte BBV.
Finalmente, la institución asegura que “para que las empresas inviertan necesitan percibir que tendrán retornos positivos. La experiencia internacional muestra que para ello lo más relevante es un entorno de certidumbre institucional. Esto significa tener confianza en que las condiciones legales en las que se realiza una inversión no se van a modificar en cualquier momento”.
Por Raúl Castro-Lebrija