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De remunerarse actividades como el cuidado a los niños o limpieza de la casa, representarían casi 25% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, declaró la investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc), Patricia Rodríguez López.
Además, dio a conocer que, aunado al trabajo de cuidados, aproximadamente 56% de las mujeres participa en el mercado informal y 54% gana de uno a dos salarios mínimos. Lo mismo que con las jefas de familias, quienes se hacen cargo del sustento de sus hogares, y cuyo número va en aumento.
La UNAM informó que, en la conferencia de prensa “10 de mayo: impacto económico del trabajo doméstico y de cuidados”, Ródriguez López dijo que una forma de hacer crecer el PIB de un país es que las mujeres entren y permanezcan en el mercado de trabajo pagado y obtengan un buen salario.
Rodríguez López, también, opinó que los gobiernos deben considerar que las mujeres necesitan igualdad de derechos laborales y de ingreso; de esa manera la economía crecería de forma más equilibrada. Por lo que deben otorgar un presupuesto para programas que respalden el trabajo femenino y de cuidado.
Por su parte, Edith Ortiz Romero, del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG), de la UNAM, coincidió en que numerosas actividades del hogar como limpieza, compras, preparar los alimentos o contención emocional no se consideran como trabajo.
Ortiz Romero señaló que al trabajo doméstico, las mujeres dedican aproximadamente 30 horas a la semana, y a cuidados a integrantes del hogar, 12 horas; con la pandemia aumentó el cuidado de infantes; se registró sobrecarga de tareas domésticas y de cuidado; también se incrementó el apoyo en tareas escolares, lo que dificultó el teletrabajo. Tuvieron que modificar los horarios para cumplir con la jornada laboral cuando todos duermen, y tampoco descansan.
La Universitaria opinó que hay que dejar de pensar que el 10 de mayo es una celebración para quien hace todo el trabajo del hogar por el amor que le tiene a su familia. Si queremos reconocer a las mujeres, madres, abuelas, hijas, enunció, y que ellas puedan dedicar tiempo a actividades personales, todos deben tomar la responsabilidad de las tareas del hogar. Ahí debe estar el cambio, concluyó Edith Ortiz.
Las labores domésticas y de cuidados que realizan las mujeres son un trabajo que se debe visibilizar dentro y fuera del hogar, porque contribuye a la economía del país y del mundo, por lo cual sería benéfico reconocerlo como actividad laboral remunerada, señalaron académicas de la UNAM.
Yareth Arciniega Villa
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