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Expertos apuntan que los niveles de desempleo y la falta de estímulos para la inversión en México son los principales diques de la reactivación de la economía en el mediano plazo, tras el duro golpe recibido durante 2020, cuando, a causa de la Pandemia Covid-19, principalmente, el PIB mostró un declive de -8.5%, su mayor impacto desde 1932.
En el corto plazo, las expectativas son altas ante el progreso de la economía de Estados Unidos, el principal socio comercial de México, hacia donde dirige el grueso de sus exportaciones, aunque las expectativas para este año, con un crecimiento del PIB cercano al 5%, también se empiezan a deteriorar por las mismas causas.
Un botón de muestra es el sector de los servicios, que exhibe rezagos por la debilidad del mercado interno ante la precarización del mercado laboral, la reducción en el número de empresas en la economía y la operación parcial de algunos sectores productivos, destaca el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic).
“Si bien consideramos que existen riesgos al alza en nuestra previsión de crecimiento para 2021, existe cautela por la persistente debilidad de la inversión privada”, agregó por su parte el banco global BBVA en un reporte sobre la situación de México en el segundo trimestre.
El análisis del banco anticipa que el consumo privado podría achicarse hacia finales de año ante una débil recuperación del empleo formal y al lento proceso de vacunación, desalentando el ritmo de recuperación de la economía mexicana en su conjunto.
La última encuesta de expectativas de los analistas del Sector Privado que realiza el Banco de México (Banxico), la más amplia y respetada de su tipo, arrojó en abril un estimado de crecimiento de +16.3% para el segundo trimestre de 2021, el alza más fuerte del año a tasa anual, tras caer -2.9% en los primeros tres meses.
El sondeo del Banco Central indica que para el tercer y cuarto trimestres de 2021, la economía mexicana exhibiría avances de +4.85% y +2.98%, respectivamente, mientras que para todo el año, el crecimiento sería de 4.8 por ciento.
Mal ambiente
BBVA dijo en su reporte que el avance de la economía mexicana durante 2021, con un estimado propio de crecimiento de +4.7%, tiene entre sus principales escollos el desempeño de la inversión fija bruta.
El último dato del INEGI, correspondiente a enero pasado, ubica la inversión fija bruta en un nivel 10% debajo de lo observado antes de la Pandemia. Medido contra enero de 2019, la diferencia se ensancha, con un 17% abajo.
El banco global señaló que un Indicador de Inversión propio apunta hacia una recuperación progresiva de la inversión en el País como componente del PIB, pero advierte que enfrenta un entorno desafiante “ante los problemas de inconsistencia temporal, resultado de los cambios cuestionables en las políticas económicas del gobierno”.
Otras instituciones están en la misma línea.
La semana pasada, Manuel Romo, director general del grupo financiero Citibanamex, dijo que México debe tener cuidado de no generar incertidumbre pues perjudica el ambiente de inversión, lo que implica no solo los cambios recientes en las reglas del juego del Sector Energético, sino el desajuste que pueden provocar los cambios de última hora en la dinámica de la inversión en su conjunto.
El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (Imef) refrendó en un reporte del 15 abril con vigencia de un mes que, hacia adelante, los retos más apremiantes de la economía mexicana son, además de sortear un rebrote de Covid-19 tras la Semana Santa, “mejorar el clima de inversión”.
“Este último se ha deteriorado significativamente por la serie de incesantes iniciativas legislativas antimercado, que, aunque no se aprueben generan tensiones políticas excesivas y merman la confianza para invertir” insistió la organización en sus reportes de marzo y abril pasados.
La cancelación del proyecto Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) o el desmantelamiento de una planta de Constellation Brands en Mexicali, cuyas edificaciones estaba en proceso, los cambios a la Ley de Hidrocarburos, o en el Sector Energético, son algunos reclamos del Sector Empresarial.
“El crecimiento de la inversión privada es condición necesaria”, sentenció el Imef.
¿Y el empleo?
A un año del inicio de la pandemia del Covid-19 y a pesar del relajamiento de las restricciones de movilidad, el mercado de trabajo continúa mostrando fuertes retrocesos.
En febrero pasado, la tasa de participación del mercado laboral colocó 3.4 puntos porcentuales por debajo del nivel de igual mes del año anterior. Esto equivale a una contracción del mercado de 2.4 millones de personas.
El achicamiento del mercado de trabajo continuó afectando en mayor medida a las mujeres, con una tasa de participación menor, y donde el 79% de la contracción del mercado laboral tuvo su explicación por una menor participación de las mujeres.
En materia de empleo, México aceleró el llamado mercado informal, llegando a un nivel de 55.5% frente a la Población Económicamente Activa (PEA) en febrero de 2021.
El País también muestra persistentes niveles de subocupación y ocupación, ambos indicadores en condiciones críticas.
“En el caso del empleo formal registrado en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se ha presentado una recuperación lenta e insuficiente del empleo” dijo BBVA.
Entre enero y marzo de este año se crearon 252 mil nuevos empleos, inferior a la mediana de creación de empleos desde 2010, en períodos similares.
A pesar de la lenta recuperación del empleo a inicio del año, la perspectiva de creación de empleo mejorará en 2021, donde expertos pronostican la creación de alrededor de 580,000 nuevos puestos de trabajo, con base en una mejor dinámica de la economía y una reactivación del Sector Comercio y Servicios.
“Sin embargo, esta creación de empleo será insuficiente para alcanzar los niveles previos a la Pandemia este año y mucho menos para cubrir las necesidades de empleos formales en el país”, deploró BBVA, que anticipa la generación de 564,000 nuevos empleos.
Los 41 grupos consultados por Banxico en la encuesta de abril pronostican que la tasa de crecimiento económico para México promediará un 2.1% en los próximos 10 años.