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La tecnología se volvió una herramienta indispensable para las personas a partir de de la pandemia, pero también está siendo utilizada por estafadores y delincuentes.
Durante el aislamiento social, la tecnología ha sido utilizada por estafadores. Asi, La Universidad de las Américas Puebla pronostica que, al término de la pandemia, los ataques cibernéticos podrían volverse hasta 40 veces más poderosos.
Para evitar cualquiera de estas prácticas, el programa de educación financiera y negocios, ”Aprende y Crece” de Banco Azteca, recomienda no proporcionar datos personales o bancarios por medio de mensajes de texto, correo o whatsapp; ignorar enlaces sospechosos, así como ofertas extraordinarias en línea y el uso de antivirus en computadoras y dispositivos móviles.
Esto debido a que, uno de los delitos más comunes en México es el ciberfraude; se comete por medio de correos electrónicos, a nombre de instituciones bancarias o tiendas departamentales, en los que se insertan enlaces que llevan al usuario a formularios que solicitan datos bancarios o personales. También suele practicarse por medio de mensajes de texto o Whatsapp.
De acuerdo con un boletín, otra práctica es el Phishing; un modo de suplantación de identidad que se utiliza para robar cuentas bancarias, números de tarjetas y contraseñas haciéndose pasar por instituciones financieras que buscan resolver supuestas anomalías en las cuentas.
A su vez, del Phishing se desglosa el Vishing y el Smishing. El primero, consiste en una estafa telefónica en la cual los delincuentes se hacen pasar por trabajadores de un banco avisando al usuario sobre irregularidades en su cuenta. De esta manera, solicitan datos confidenciales para poder resolver dichos problemas.
En el Smishing, los estafadores recurren a mensajes de texto o whatsapp para invitar a los usuarios a visitar páginas fraudulentas o a realizar llamadas a números proporcionados por ellos mismos, mediante los cuales buscan obtener información personal.
Quienes realizan este tipo de fraudes se aprovechan del pánico que detona una llamada o mensaje de urgencia: “Hemos reportado actividad inusual que necesita tu atención inmediata”. El sentido de premura alimenta el miedo y evita que pienses con claridad.
Yareth Arciniega Villa