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Si bien la curva de contagios de la enfermedad SARS-CoV-2 está empezando a ceder en México en marzo, las primeras dos semanas de febrero fueron determinantes en el avance del virus, dañando el desempeño de la economía. Pero el impacto más fuerte, sin duda, provino de la crisis de abastecimiento de gas natural y la interrupción de energía eléctrica, que azotó a miles de empresas y a millones de hogares.
La industria fue duramente golpeada y, en su momento, el Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index) calculó pérdidas por 2,700 millones de dólares (mdd); el Centro de Control de Gas Natural (CENAGAS), a su vez, anunció una restricción temporal promedio de 30% del energético para la industria a partir del 16 de febrero. La zona industrial de Nuevo León encabezó la lista de las empresas más dañadas por el desabasto.
El saldo fue negativo para la economía mexicana, que cayó -4% en febrero de 2021 contra el igual mes de 2020. Por componentes, la actividad vinculada con la manufactura se contrajo –4.2% mientras que la actividad terciaria (Servicios), lo hizo en –4.3%, según estadísticas publicadas el jueves por el INEGI.
“Por ahora, las estimaciones para los primeros dos meses del año muestran una contracción anual promedio de la actividad económica de 4%” dijo hoy en un reporte Banco Base, al referirse a las cifras de un índice adelantado del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) de febrero, lo que implica para la economía mexicana 18 meses consecutivos de retrocesos.
Hasta el 17 de marzo, los contagios de Covid-19 están decreciendo en el País, con 4,414 nuevos infectados cada día, 25% por debajo del pico alcanzado el 20 de enero pasado, de acuerdo con información estadística que forma parte de un monitoreo continuo de la agencia Reuters.
Durante febrero, sin embargo, la curva de contagios parecía no ceder, con un promedio de 8,000 casos por día, ampliando restricciones a la movilidad en entidades densamente pobladas y con un alto dinamismo económico, como el Estado de México y la capital del País.
Con base en las tendencias, expertos anticipan que sea marzo el mes con el menor efecto trimestral, lo que compensaría la caída que mostró la economía mexicana también en enero, de -4%, o de –5.3% con cifras originales.
Una muestra sería el desempeño del Sector Servicios, que abarca desde hoteles, restaurantes y comercio al por menor, entre otros, que habría presentado desde febrero números estables, apoyado por las condiciones epidemiológicas.
“Los estimados son consistentes con un menor dinamismo al inicio del año, con el choque externo compensado por la mejoría en torno al virus. Así, seguimos esperando una contracción de –0.2% trimestral en el PIB del 1T21 (primer trimestre)”, apuntó hoy a su vez el banco Banorte en un reporte.