Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 15 segundos
La escalada de casos de contagios de Covid-19 durante diciembre pasado, con el mayor número de casos reportados apenas el 7 de enero en este arranque de 2021, presionaría las cadenas de distribución y los precios de algunos alimentos frescos y preparados, así como el de los energéticos, ante un mayor confinamiento.
Los precios de los productos pecuarios, incluyendo el pollo y sus derivados como huevo, y de algunos energéticos, como las gasolinas de bajo y alto octanaje y el gas licuado de petróleo correrán la misma suerte.
“Las personas demandarían más alimentos para ser consumidos dentro del hogar, y, al mismo tiempo, podrían volverse a agravar algunas obstrucciones en las cadenas de proveeduría de estos”, dijo el banco local Bx+ en un informe.
Durante diciembre de 2020, los precios de los alimentos, las bebidas y el tabaco reportaron un avance mensual de +0.36% aunque a tasa anual el crecimiento fue de +6.80%; los precios de los productos pecuarios, a su vez, saltaron un 7.20 por ciento.
Por el contrario, el sector de los servicios resentiría bajas en sus precios ante las mayores restricciones de movilidad por los crecientes temores al contagio.
Las autoridades de salud reportaron que el 7 de enero pasado se dio el número más alto de contagios de Covid-19 para un solo día desde el arribo de la Pandemia en febrero de 2020, con 13,734 nuevos casos. México alcanzó un saldo de 1.5 millones de personas contagiadas y 131,031 decesos.
El entorno de restricciones a la movilidad social y la crisis económica desatada por la Pandemia provocaría una caída del PIB de México de -9.3% durante 2020. El índice de inflación, que mide el avance de los precios de bienes, productos y servicios, cerró el año pasado en 3.15%, con la tercera caída más fuerte desde el año 2000.
“Hacia adelante, el indicador será vulnerable a los rebotes en los precios de energéticos y agropecuarios, especialmente en la segunda mitad del año”, estimó el Grupo Financiero Monex.
Analistas estiman que durante 2021 la inflación se mantenga contenida en un nivel de 3.60% debido a un entorno de debilidad en la demanda, una menor depreciación del tipo de cambio y una limitada recuperación en los precios de los energéticos.
Sin embargo, la presión seguirá resintiéndose en los precios de los alimentos.