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A fines de junio, se dio un paso enorme en el impulso del teletrabajo, o trabajo a distancia, pues el Senado aprobó el dictamen para reformar la Ley Federal del Trabajo, con el fin de que se incluya este concepto y su regulación como una posibilidad de empleo.
Así que si eres de los empleados con trabajo fijo que se despiertan temprano todos los días, se arreglan, se ponen su gafete y lidian con el tráfico o los apretones del transporte público, cargando con su comida en recipientes herméticos, para llegar a la oficina a tiempo para evitar retardos, ya podrás descansar de eso: de ser ratificada la reforma por los diputados, por ley ya sería posible trabajar desde cualquier lugar distante a la oficina, aprovechando las nuevas tecnologías que facilitan la comunicación, colaboración y el acceso a datos y aplicaciones sin importar dónde te encuentres, y manteniendo igualdad de condiciones con respecto a quienes se seguirán presentando a diario a la oficina.
Gracias a esta reforma, ahora el reto para la generación laboral del siglo XXI que sea elegible para el teletrabajo será lograr concentrarse, ya sea en casa, algún restaurante o donde sea, para sacar los pendientes del día y cumplir cabalmente con sus objetivos (además, claro, de superar el dicho de que “santo que no es visto no es adorado”). Por lo demás, no hay de qué preocuparse pues existen buenas prácticas y tecnologías que facilitan el que las empresas puedan garantizar que sus empleados a distancia cuenten con todos los recursos necesarios para llevar a cabo su trabajo.
Cada día es más común que las organizaciones tomen ventaja de innovaciones como la nube, movilidad, Big Data, inteligencia artificial (AI, por sus siglas en inglés), Internet de las Cosas (IoT), Blockchain y Machine Learning (también llamado aprendizaje automático), entre otras. La tendencia no es aislada. De acuerdo con la empresa de tecnologías de la información Veeam, 64 por ciento de los profesionales de TI de las organizaciones en México ya usan los Big Data y la analítica, y otro 29 por ciento planea hacerlo en los próximos 12 meses; asimismo, 83 por ciento consideran que AI y el Machine Learning les ayudarán a tomar decisiones de negocio importantes en el futuro.
La diferencia será que ahora, aunado a la implementación de estas innovaciones disruptivas, las empresas deberán incorporar a la operación la dinámica del teletrabajo como un elemento recurrente, manteniendo disponible y protegida la información del negocio para que, como trabajador a distancia, no tengas ningún inconveniente y puedas entregar excelentes resultados.
¿Cómo lo lograrán? Mediante una estrategia de Gestión de Datos en la Nube, con la que la seguridad y disponibilidad de la información y aplicaciones que requerirías para hacer tu trabajo diario estarán garantizadas. Ésta se basa en contar con respaldos completos, ágiles, inteligentes y eficientes, que consideren ambientes de múltiples nubes con visibilidad clara y unificada, así como control total. Entre sus principales características destacan la orquestación, que significa que los datos, aplicaciones y servicios se mueven sin inconvenientes a su óptima ubicación, garantizando la continuidad del negocio aun operando desde sitios remotos, y automatización, es decir, que los datos se gestionan por sí mismos pues han aprendido a respaldarse, migrarse, protegerse ante alguna actividad anómala y recuperarse de forma instantánea.
Cuando el Senado aprobó la reforma a la Ley Federal del Trabajo añadiendo el trabajo a distancia, sus objetivos principales fueron garantizar las mismas condiciones en cuanto a herramientas, remuneración, capacitación y seguridad social con respecto al personal de oficina, y que este nuevo modelo de empleados tenga garantías de seguridad ante accidentes y enfermedades asociadas al teletrabajo.
Pero en el día a día, más allá de eso la dinámica del trabajo a distancia puede traer otros beneficios a los empleados, como reducir la exposición a todo tipo de incidentes en el transporte público o el estrés del tráfico para los que manejan, lo que conlleva también a mejores condiciones ambientales al haber menos autos circulando; mayor autonomía con respecto al horario de trabajo, gracias a la flexibilidad que brinda el no tener que checar tarjeta; mayor productividad, pues ya no será necesario destinar tiempo en el tráfico; mejor balance entre la vida laboral y la personal; menores gastos personales relacionados con el trabajo (como ropa y calzado específicos, alimentación, gasolina, etcétera), y mayor uso de las tecnologías disruptivas con total seguridad y protección.
Por Jan Ryniewicz, director de Marketing de Veeam para Latinoamérica